Nuevos pasos en el ámbito de la fiscalización de la formación médica. La Federación Española de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (Facme) está diseñando, con el apoyo de Farmaindustria y Fenin, el nuevo modelo fiscal para las ayudas económicas bajo la denominación de “transferencia de valor”. En concreto, prevén un sistema en el que la formación continuada no deba tributar, mientras que el resto de actividades (entre las que están las ponencias, actos y eventos) sí rindan cuentas a favor de impulsar una mayor transparencia en el sector.
Fernando Carballo, presidente entrante de Facme, ha asegurado a Redacción Médica que uno de los principales retos será “transmitir a la administración pública la sensibilidad de estos procesos, siendo necesario una buena definición de cuáles actividades deberán tener una notificación fiscal obligatoria y cuáles no”. Consciente de la importancia de contar con todas las voces participantes, la Federación ha escuchado a los representantes de todas sus sociedades miembros, así como de la Organización Médica Colegial (OMC), Farmaindustria y Fenin.
“La formación continua de los profesionales sanitarios no se realiza por capricho o con finalidad lucrativa, sino que es una de sus obligaciones establecidas por la ley. De esto depende que se mantenga activo y conozca las últimas novedades que permitan ofrecer un tratamiento moderno e idóneo a los pacientes”, ha precisado Carballo. En esta línea, ha recordado que una presión fiscal podría “ser una fuente de desmotivación durante los procesos de formación, lo que perjudicaría a la sociedad”.
Carlos Macaya, presidente saliente de Facme, ha añadido que “contabilizar fiscalmente estos pagos o transferencias de valor y aplicarles los correspondientes impuestos a los profesionales puede derivar en una desmotivación por la formación continuada, ya que tendrían que ser abonados por sus receptores”.
Desde la Federación destacan su apoyo a la transparencia de la industria a publicar los pagos al sector, pero creen que es necesario separar de manera clara ante la sociedad qué se destina a investigación, qué a promoción y qué a formación. Asimismo, consideran que la invitación directa de la industria a los médicos para asistir a congresos y reuniones científicas, catalogada como formación continuada, debería desvincularse gradualmente de la industria y transferirla a las sociedades para dar mayor grado de independencia, tanto al médico como al tipo de formación.
“Un marco ético más exigente y transparente debe conllevar asimismo un cambio en las relaciones industria-profesionales. Estas son las razones para apostar más por una relación industria-entidades científico-médicas frente a la tradicional industria-médico”, ha setenciado Facme.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.