El sobrepeso y la obesidad son enfermedades que están en la mira de la Medicina Interna y, más aún, después de
detectar el empeoramiento del peso de la población en medio de la pandemia de Covid-19 en España. Para
Juana Carretero, vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en conversación con
Redacción Médica, la implicación entre el Internista y estas patologías tiene que ser "simbiótica", con el fin de
frenar los ingresos de pacientes que presenten otras enfermedades derivadas de la obesidad.
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"La obesidad es una enfermedad crónica y es una enfermedad sistémica", ha señalado Carretero en el marco del
41 Congreso Nacional SEMI. Desde esta afirmación, la experta ha explicado que hay una especial preocupación desde Medicina Interna por hacer un
seguimiento a esta patología debido a que promueve la aparición de otras enfermedades como la diabetes, la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina y que tiene la capacidad de conducir a las personas a contraer
enfermedades cardiovasculares, ictus, cáncer, artritis, entre otras.
"La obesidad conlleva a el
aumento de la adiposidad, el aumento del depósito patológico del tejido adiposo en ciertas partes del organismo. Además, metabólicamente no es sano porque un tejido adiposo muy inflamado, induce y promueve la aparición de otras enfermedades más graves", ha argumentado Carretero.
Ante esta realidad, la especialista ha señalado que no hay que
ver la obesidad como una cuestión "meramente estética", sino que es un tema delicado donde el internista juega un rol fundamental. "Nosotros los internistas nos dedicamos a ver al paciente de forma global y vemos como un todo.
Somos los médicos más indicados para valorar a una persona obesa porque no solo vemos el exceso de peso de esa persona, sino cómo influye ese exceso en las patologías que las personas desarrollan y no solamente en enfermedades metabólicas, que son las que nos fijamos enseguida, sino en
enfermedades osteoarticulares o incluso en los cuadros depresivos, que son de las patologías más olvidadas en la relación con la obesidad", ha manifestado Carretero.
Coronavirus y obesidad
“En el confinamiento las personas han ganado peso, entre 3 y 5 kilogramos, a base de
masa grasa porque han comido peor y además no han hecho ejercicio físico. En el encierro las personas no podían salir a caminar, no podían salir a hacer deporte al aire libre. El paciente no está acostumbrado a hacer deporte en casa, con lo cual el aumento de peso ha sido fundamentalmente al aumento de la masa grasa”, ha afirmado la especialista
En esta línea, Carretero también ha explicado que los
controles metabólicos de las personas con diabetes han empeorado con la pandemia. "Si no somos capaces de controlarlo bien conllevará a la aparición o al empeoramiento de las patologías, sobre todo de las
enfermedades cardiovasculares. Ya no solamente la cardiopatía isquémica sino la insuficiencia cardiaca que vemos los internistas, con la que fundamentalmente influye la diabetes”, ha sentenciado.
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