Un informe publicado por el Centro de Estudios de
l Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha advertido que en el año 2036 habrá un
superávit de 4.133 médicos internistas en el Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que obligará a reorganizar el modelo de contrataciones. Las estimaciones se han obtenido como resultado de cruzar
las jubilaciones previstas durante la próxima década y media con el volumen de nuevos especialistas que habrán completado el MIR.
La investigación ha revelado que en los próximos 15 años un total de
2.010 facultativos de Medicina Interna habrán alcanzado la
edad de jubilación porque ya han cumplido los 50 años, lo que supone un ritmo de 160 al año. El volumen será reducido si se tiene en cuenta que actualmente el 63,3 por ciento de los integrantes de la especialidad se encuentra por debajo de ese umbral de edad.
Por otro lado, las proyecciones a partir de las
convocatorias actuales del MIR en esta rama han apuntado a que de aquí a 2036 se habrán formado
6.143 nuevos internistas. Teniendo en cuenta que las posibilidades de concluir con éxito el MIR son del 95 por ciento, la cifra definitiva rondaría los 5.836. Es una media de 400 nuevos especialistas al año, lo que supone
más del triple en comparación con los huecos vacantes por jubilación.
El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha calculado que este superávit no comenzará a sentirse hasta el año 2026. Durante los primeros seis años el volumen de médicos que concluyan la residencia sí que será “
suficiente” para reponer las jubilaciones, mientras que quedarían cerca de un millar para ocupar plazas en el
sector privado, así como las posibles ampliaciones de plantilla. Sin embargo, será a partir de ese año cuando la brecha se agrande más.
El futuro de los médicos internistas jóvenes
Los autores del informe han advertido que esta situación obliga a que las administraciones públicas piensen las “necesidades” que presentan las nuevas plantillas para evitar que haya médicos formados que no encuentren hueco en su campo.
“No sería deseable formar especialistas para estar parados y hacer sustituciones en verano”, han apostillado.
Desde la institución que lidera
Vicente Matas han apuntado a la importancia de hacer una planificación a medio y largo plazo para abordar esta realidad. Su propuesta pasa por elaborar un
estudio demográfico cada dos años por especialidades, que tenga en cuenta también variables como la edad, las
diferentes formas de jubilación médica, los abandonos del MIR, las migraciones o las ampliaciones de plantilla.
“Habría que hacer cálculos más ajustados, teniendo en cuenta las necesidades de plantilla para la demanda no atendida que pueda existir y para hacer frente a
las listas de espera, aunque el superávit que reflejan los datos de posibles jubilaciones y nuevos especialistas que terminan el MIR, concuerda con el informe del Ministerio de Sanidad que afirma que en el año 2028 habrá un superávit moderado”, han concluido.
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