Aunque cada vez se está recetando más para el tratamiento de la diabetes tipo 2, un nuevo estudio ha concluido que la nueva clase de fármacos conocidos como
inhibidores de SGLT2, puede aumentar el riesgo de una complicación rara pero grave conocida como
cetoacidosis diabética.
Investigadores del '
Brigham and Women's Hospital', en Boston (Estados Unidos) han cuantificado ese riesgo. Así, tras estudiar a 40.000 pacientes, encontraron que aquellos que toman un inhibidor de SGLT2 tienen el doble de probabilidades de sufrir cetoacidosis diabética que quienes consumen otra clase de fármacos para la diabetes. Sin embargo, sigue siendo extremadamente rara: solo uno de cada 1.000 pacientes experimentará esta complicación.
El fármaco se introdujeron por primera vez en el mercado en abril de 2013 y, sobre la base de datos de ensayos clínicos, parecieron ser bastante seguros. No obstante, los informes de casos de cetoacidosis diabética entre las personas con diabetes tipo 2 tomando inhibidores de SGLT2 llevó a la agencia estadounidense del medicamento (
FDA, por sus siglas en inglés) a emitir una advertencia en 2015 sobre la clase de medicamentos.
Más común en diabetes tipo 1
La cetoacidosis diabética suele estar asociada con la
diabetes tipo 1, pero es muy poco común que las personas con diabetes tipo 2 experimenten esta complicación. Quienes la sufren tienen altos niveles de ácidos, llamados
cetonas, en su sangre y pueden experimentar vómitos, dolor abdominal, falta de aliento, hinchazón en el cerebro y, si no se trata, puede ser fatal.
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