Un equipo de investigación del Complexity Science Hub y la Universidad Médica de Viena (Austria) ha analizado a 180.034 pacientes con
diabetes mellitus y ha hallado pruebas de que las
mujeres corren mayor riesgo de tromboembolismo venoso que los hombres, sobre todo durante la perimenopausia.
En total, se han estudiado cantidades masivas de datos de alrededor de
45 millones de hospitalizaciones y 7.239.710 pacientes en Austria entre 2003 y 2014. "Nuestros análisis muestran por primera vez que la diabetes mellitus podría estar asociada al tromboembolismo venoso (
TEV) en mayor medida en las mujeres que en los hombres", ha explicado
Elma Dervic, del Complexity Science Hub.
El riesgo de que las mujeres con diabetes mellitus (
DM) sufran también TEV es
1,52 veces mayor que el de las mujeres sin DM. Para los hombres, en cambio, el riesgo es 1,3 veces mayor. "A partir de los 40 años, en particular, aumenta el
riesgo relativo de TEV", explica
Carola Deischinger, otra de las autoras. El efecto alcanza su punto máximo en las mujeres de entre 50 y 59 años, donde el riesgo es 1,65 veces mayor, según los resultados del estudio, publicado en la revista científica
Diabetes Research and Clinical Practice.
Datos del estudio
Para determinar el impacto específico de la diabetes mellitus en función del sexo sobre el riesgo de TEV, el equipo científico ha examinado un conjunto de datos poblacionales. Con alrededor de 45 millones de registros de datos, cubre todas las estancias hospitalarias en Austria entre 2003 y 2014. De los 180.034 pacientes con DM, 70.739 eran mujeres y 109.295, hombres.
La tromboembolia venosa (TEV) incluye dos cuadros clínicos: la
trombosis venosa profunda y la
embolia arterial pulmonar, siendo esta última una peligrosa complicación de la trombosis. Normalmente, el riesgo de desarrollar tromboembolismo venoso es más o menos el mismo en ambos sexos.
Se sabe que la diabetes mellitus, una
enfermedad crónica que afecta a más del ocho por ciento de la población mundial, es un
factor de riesgo de TEV. "En nuestro estudio, volvimos a encontrar un riesgo 1,4 veces mayor de TEV en pacientes con diabetes mellitus que en el grupo de control sin diabetes mellitus", afirma Dervic.
El sexo, factor diferencial
La novedad es el aspecto del
género. Mientras que los métodos tradicionales de tratamiento apenas podían tener en cuenta las diferencias específicas de género en numerosas enfermedades, "gracias a los grandes esfuerzos de investigación y a los análisis de Big Data, hoy ya sabemos mucho más al respecto", afirma Dervic.
Gracias a ello, estas diferencias pueden analizarse en detalle y ajustar los tratamientos en consecuencia. Este estudio fue precedido por otros dos que abordaban las diferencias específicas de género de los pacientes con diabetes mellitus en la expresión de la
depresión, por un lado, y de la enfermedad de
Parkinson, por otro. También en este caso se observaron diferencias significativas en función del sexo.
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