La era de los veranos extremos aleja a la sanidad del 'medicocentrismo'

Los veranos extremos agudizados por el cambio climático dejarán de ser una excepción para convertirse en una norma a nivel mundial. Este nuevo escenario modificará el efecto de muchas medicaciones, provocando que los especialistas tengan que controlar de forma más directa al paciente para evitar el surjimiento de nuevas enfermedades creadas por los propios médicos. El camino que los sanitarios recomiendan para hacer frente a esta oleada de cambios es consolidar la filosofía One Health, involucrando tanto a la salud humana, animal y ambiental para tener una perspectiva global y evitar la zoonosis. Además, la medicina telemática y el autocontrol del enfermo serán dos de las piedras angulares de la sanidad de ahora en adelante, ofreciendo al paciente más herramientas para adaptarse a este nuevo escenario impulsado por el cambio climático. Finalmente, la tercera pata para adaptar la sanidad a los futuros veranos será aumentar el número de referentes sanitarios por parte del paciente, destacando la figura del farmacéutico y descentralizando el papel del médico como principal y único valedor.

El enfermo pluripatológico es, según Xavier Nogués, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital del Mar, investigador del Hospital del Mar Research Cancer, del Ciberfes y profesor de la Universidad Pompeu Fabra, uno de los targets que se verá más afectado por el aumento de las temperaturas. Según afirma en Redacción Médica, “el calor generará que el efecto de las medicaciones varíe, provocando que se tenga que controlar este aspecto. Se deberán ajustar las dosis para evitar que personas con insuficiencia cardiaca que toman diuréticos no se deshidraten y empeoren su función renal”.
 
El calor extremo que sufrirá España en verano comportará otro cambio según el especialista, como es el de dar carpetazo a la tradición de poner un tratamiento y que la próxima revisión sea dentro de meses: “Las medicaciones con los cambios de temperatura pueden provocar nuevas enfermedades. Para resolverlo, la medicina telemática debe imponerse, el contacto con los enfermos debe ser más próximo”. El autocontrol del paciente es otra de las apuestas de Nogués, ya que “si reconocen un símbolo de alarma como un cambio de tensión, peso, etc. Contactarán con el médico para saber qué deben hacer”.

Nogués: "El paciente no puede tener la médico como único referente sanitario"

Aprovechar todos los recursos sanitaros que se tengan a mano es otra de las consignas indicadas por el internista, recordando que “el paciente no puede tener al médico como único referente sanitario. El farmacéutico es muy próximo a los enfermos crónicos, si son capaces de detectar señales de alarma, podrán contribuir a este nuevo circuito sanitario”. A nivel telemático el especialista está convencido de que enviando “un sms o un correo, se ganará el tiempo necesario para evitar que el paciente se descompense y tenga que ir a Urgencias”.

One Health, la filosofia que la sanidad debe seguir contra el calor

Sandra Dorado, coordinadora del área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental (EROM) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), defiende que el aumento de las temperaturas debido al cambio climático provocará “más virus, bacterias y nuevos vectores. La diversidad de ecosistemas va modificándose, facilitando el salto de gérmenes y microrganismos entre especies distintas. Habrá más zoonosis, tal y como ya se ha comprobado con la pandemia de coronavirus”.

A nivel sanitario, Dorado apuesta por seguir al pie de la letra el concepto One Health, recordando que hasta ahora los médicos “se han centrado en la salud humana, pero se debe tener en cuenta el resto que hay alrededor. La prevención, divulgación y promoción de la salud es vital, y para ello la perspectiva debe ser a gran escala, añadiendo la salud ambiental y animal”.

Dorado: "Además de la salud humana, se debe promover la salud ambiental y animal"

Dos de las herramientas que la especialista considera claves para afrontar la entrada a una nueva sanidad marcada por el cambio climático son la inteligencia artificial y el Big Data: “La sanidad debe anticiparse a la aparición de más patologías aún desconocidas. Cuando hay un pico de contaminación se ha demostrado en la literatura que hay más ingresos por patologías crónicas y se está viendo más prevalencia. El medio ambiente causa y agrava las enfermedades”.

Alianzas con especialistas más allá del ámbito sanitario

Otro caballo de batalla que la neumóloga defiende fortalecer es la cooperación con especialistas externos al ámbito sanitario: “El medio ambiente acabará afectando a todos, por lo que es necesario aliarse con otros profesionales como los veterinarios, la industria y la ingeniería, campos que pueden aportar soluciones para que esta situación no vaya a más”.

Una gran cantidad de enfermedades respiratorias son en parte promovidas por los factores medioambientales y Dorado considera que “si no se logra asimilar One Health cuanto antes, todo irá a peor. El cambio climático afectará mucho más a las personas y estamos ya viendo sus primeros efectos”.

La educación del paciente contra el calor extremo

Educar al paciente es, para Manuel Niño, miembro del grupo de trabajo de patología respiratoria de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la mejor fórmula para apuntalar las bases de la nueva sanidad que surgirá a la hora de afrontar los veranos extremos: “Es una realidad que el cambio climático conlleva problemas importantes en la salud. Educar a los pacientes más mayores y crónicos ante las altas temperaturas es crucial para que aprendan a gestionar mejor la situación”.

Niño: "Educar a los pacientes es crucial para que aprendan a gestionar mejor las altas temperaturas"

Uno de los talones de Aquiles que Niño lamenta es que la Atención Primaria “tiene poco tiempo para estar más encima del paciente. Las consultas son rápidas y la vigilancia suele ser realizada por los enfermeros”. Pese a ello, el especialista defiende que Atención Primaria debe focalizar sus esfuerzos en “realizar un seguimiento oportuno para que el paciente pueda afrontar de la mejor manera los cambios de temperatura, tal y como está ya sucediendo este verano”.