Tras pasar por una situación
compleja este pasado verano, los trabajadores del Servicio de Medicina Interna del
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) han trasladado a la
Xunta de Galicia, al
Servicio Gallego de Salud (Sergas) y a la
Conselleria de Sanidade un documento para mejorar la situación de la
Medicina Interna en toda la comunidad gallega.
Redacción Médica ha tenido acceso al texto, titulado
Plan Funcional del Servicio de Medicina Interna 2022, que aspira a “establecer el dimensionamiento de las estructuras para llevar adelante la actividad sanitaria previamente planificada. El enfoque al ciudadano es necesario para asegurar un nivel de excelencia en la calidad de la atención”. Una de las principales urgencias que el documento exige solucionar es la de integrar a
15 facultativos cuanto antes, lo cual representa el aumento de un
40 por ciento de la plantilla actual.
Factores como la pandemia por
coronavirus, el
agotamiento y la f
alta de incentivos han provocado que, según los internistas del CHUS, “muchos especialistas escogen opciones laborables más
próximas, en la
medicina privada, en otras
comunidades o
fuera de España”.
Reevaluar las necesidades de los Servicios de Medicina Interna del Sergas es la premisa que el Plan Funcional considera necesaria para ofrecer el mejor servicio a la sociedad.
Recursos humanos, en docencia e investigación
Tras analizar con detenimiento el entorno del área sanitaria de
Santiago de Compostela y
A Barbanza, el documento expone una lista de necesidades no cubiertas, destacando por encima de todo la necesidad de añadir a
15 facultativos de forma urgente. Por otra parte, también se han marcado necesidades en recursos físicos, como el hecho de añadir
195 camas, añadir despachos médicos, la adscripción de la consulta
261 a Sistémicas y de una consulta a la Unidad de
Insuficiencia Cardíaca.
Otras necesidades que los internistas exigen para poder realizar sus funciones con eficacia son el establecimiento de
cinco dispositivos de
monitorización ambulatoria de presión arterial, la instalación de un
programa informático para la identificación de pacientes de Sectorización ingresados y diferenciar una prestación dentro de cada una de las agendas para los pacientes citados.
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"Muchos especialistas escogen opciones laborables más próximas, en medicina privada, otras CCAA o fuera de España"
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A nivel de
docencia, el Plan Funcional quiere lograr el compromiso de
no interrumpir las rotaciones programadas de los residentes para suplir carencias estructurales de facultativos del Servicio. Además, exige que la
sobrecarga asistencial no repercuta en la continuidad de todas las actividades docentes realizadas en planta de hospitalización convencional. Finalmente, en materia de investigación se busca disponer de una
enfermera compartida para la investigación del servicio, además del acceso a
Ianus con fines exclusivamente investigadores para el personal de investigación contratado por la Fundación IDIS.
Las necesidades defendidas por el plan son 'absolutos mínimos'
En modo de conclusión, el documento en el que ha tenido acceso este medio defiende que el estudio de las necesidades “no se ha basado en
planes de ampliación de nuestra cartera de servicios, si no en
absolutos mínimos para que la asistencia necesaria y ya planteada pueda realizarse con garantías”. Finalmente, los internistas defienden la idea que para que todas estas necesidades puedan ser cubiertas, es necesario un esfuerzo presupuestario en este sentido para el ejercicio 2023.
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"No es que no haya internistas, si no que están huyendo"
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Además, los facultativos especialistas consideran que solo con
la dotación de plazas en forma de interinidades se podrá “atraer a la masa creciente de compañeros que ha huido de la precariedad y maltrato laboral recibido en los últimos años en los hospitales públicos del Sergas. No es que no haya internistas, si no que están huyendo”.
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