El Hospital Universitario de Toledo (Castilla-La Mancha) ha llevado a cabo recientemente su primera jornada sobre
amiloidosis cardiaca. Se trata de una enfermedad poco frecuente según el propio centro sanitario, con una incidencia aproximada de tres a cinco pacientes por millón al año. Tal y como afirma a este diario
Ángel Sánchez, internista del Hospital de Toledo, Medicina Interna juega un papel crucial para el
diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, ‘acelerando’ los tiempos en el Sistema Nacional de Salud (
SNS) y agilizar, así, el trabajo de sus profesionales.
Se trata de una enfermedad que se produce cuando una proteína llamada amiloide se acumula en los órganos y provoca que los mismos
no funcionen correctamente. Por el momento se han descrito más de
treinta proteínas implicadas en la aparición de las distintas variantes de la amiloidosis, pero las más frecuentes son la amiloidosis por cadenas ligeras de las inmunoglobulinas, por inestabilidad de la transtirretina debido a mutaciones o asociada a la edad, y la asociada con trastornos inflamatorios crónicos.
Un grupo de enfermedades que desde Interna saben
abordarlo precozmente. “Lo más importante es que
evitamos la fragmentación en la atención del paciente. Si no nos hacemos cargo de este tipo de problemas, el paciente puede, a lo largo del año, tener que acudir a una consulta de Cardiología, Neurología o Hematología. En una consulta de Interna, probablemente se podría hacer casi todo lo que tendría que hacerse en esas otras consultas, ya que, en una sola consulta nuestra, el paciente podría ser atendido por todos los problemas que da la enfermedad”, explica Sánchez. Y es que, desde el Hospital de Toledo afirman que la “principal aportación” que hace el Servicio de Medicina Interna es, justamente, “evitar la fragmentación en el cuidado del paciente”.
Trabajo multidisciplinar para abordar la amiloidosis
No obstante, este ‘pilotaje’ de Interna de la amiloidosis tiene una segunda derivada en el sistema sanitario, que no es otro que
‘ahorrar’ tiempo al SNS. “Dentro de la rareza y de la poca frecuencia de estas enfermedades, están
infradiagnosticadas y en muchos casos pueden pasar desapercibidas. Los pacientes pueden llegar por motivos muy diversos a las consultas de los médicos, y si llegan a una de un especialista que habitualmente no ve este tipo de problemas,
pueden pasar desapercibidas”, advierte Sánchez.
Pilar Redondo, internista del mismo centro sanitario, señala que el abordaje de la enfermedad debe hacerse desde varias especialidades. “Es necesario un abordaje
multidisciplinar”, señala, aunque enfatiza que es Medicina Interna la “más capacitada” para poder tratarlo de la manera más adecuada, sobre todo, en los primeros estadios de la patología.
Por otro lado, los internistas llaman a poner un especial énfasis en sus síntomas: “
Los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades, sobre todo cuando aparece en los pacientes de edades más avanzadas”. Sánchez añade que si bien hasta ahora la amiloidosis no contaba con un tratamiento, en estos últimos años la patología ha sido testigo de los medicamentos y terapias que han surgido para ponerle freno.
En Interna afirman que ellos son la especialidad “ideal” para evaluar al paciente y canalizar el tratamiento. También en este tipo de enfermedades. “Somos
los más capacitados para hacer este trabajo”, recalcan desde el Hospital de Toledo. “En otra especialidad, si el síntoma que presenta el paciente no es uno con los que suelen trabajar, la enfermedad podría quedar sin identificar, retrasando mucho el diagnóstico”, añade Sánchez. Es por ello que con su papel confían en acotar la prevalencia de este tipo de enfermedades raras en el país.
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