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El internista Carlos Ortiz Leyba, nuevo académico de número de la Ramse

El facultativo es jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quironsalud Sagrado Corazón


07 may 2023. 19.10H
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El especialista en Medicina Intensiva y en Medicina Interna, Carlos Ortiz Leyba, ha tomado hoy posesión de su plaza de Cuidados Intensivos (Sección II) como Académico de Número Electo de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla (RAMSE), en la sesión pública y extraordinaria que se ha celebrado este domingo.

Ortiz Leyba ha sido jefe de Sección de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío y actualmente es el jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón. Además, es vicepresidente primero del Real e Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla y director general de Docencia y Formación Continuada de la institución colegial. En 2022 fue elegido Académico de Número (electo) de la RAMSE y desde 2015 es Académico Correspondiente de la RAMSE.

'Ad Astra per aspera: el apasionante camino de la medicina intensiva' ha sido el título de su discurso de ingreso que ha sido contestado por Federico Argüelles Martín. El acto ha sido clausurado por el presidente de la RAMSE Carlos A. Infantes Alcón.

Ortiz ha invitado a los asistentes a que le acompañen por el apasionante camino desde el origen de la Medicina Intensiva hasta el futuro fascinante de esta especialidad, tan nueva, pero que ya resulta imprescindible en cualquier hospital.

Con este planteamiento, Ortiz ha partido de los orígenes de mediados del siglo XIX y principios del XX, pasando por la crisis de la epidemia de polio bulbar que fue el punto de inicio de la Medicina Intensiva, que ha alcanzado una expansión rápida y casi vertiginosa en todos los países desarrollados.


En 1973 llega la especialidad a España


A partir de 1973, es cuando la especialidad llega a España y se implanta en los hospitales, incluyendo a los sevillanos. Más tarde, la Administración la reconoce como especialidad médica y se crea la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias, a la que siguieron las de Cuidados Intensivos de Pediatría y la de Enfermería Intensiva.

Ortiz Leyba ha explicado que “la especialidad se muestra hoy con una solidez creciente, con implantación en todos los hospitales públicos y privados, aun cuando todavía estamos distanciados de la media de camas de UCI por 100.000 habitantes de los países de la OCDE”.

Respecto a los residentes en formación, ha afirmado que siguen incrementando su número y que en la actual convocatoria se han creado 15 plazas más. Casi 850 residentes se están formando en nuestras unidades docentes. Y más de 3.000 especialistas en Medicina Intensiva atienden nuestras UCIs. Además, se han incorporado áreas asistenciales tales como la donación y trasplante de órganos, o el Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar. Además, se han establecido programas de calidad y seguridad para minimizar o evitar complicaciones en la asistencia y se ha mostrado una especialidad sensibilidad en cuanto a los posibles escenarios y la respuesta éticamente proporcionada, en lo que se refiere a la limitación de tratamiento y soporte vital, cuidando de forma especial la información y relación con los familiares.


La llegada del covid y las últimas tecnologías


Ortiz Leyba también ha señalado que la pandemia por Covid-19 ha marcado a la Medicina Intensiva teniendo una enorme trascendencia sobre la sociedad. “La respuesta de nuestros especialistas ha sido formidable, incrementando no solo el número de camas en un 160 por ciento, sino también el número de especialistas de distinto origen que, coordinados por las UCIs, permitieron un incremento del 87,62 por ciento de profesionales médicos en la asistencia”.

En cuanto al futuro de la especialidad, Ortiz ha señalado que no puede ser más halagüeño, ya que el llamado “modelo español” se está imponiendo paulatinamente en Europa y en otros países.

La inteligencia artificial, el Big Data, y el aprendizaje automático han llegado para no irse. Los centenares de datos y variables informativas que un intensivista recibe en cada momento de un paciente crítico profusamente monitorizado y bajo maquinas que soportan sus órganos, hacen que sea un escenario ideal para la aplicación de las Machine learning”, ha afirmado.

Por otra parte, ha señalado que “el desembarco de las técnicas ómicas: genómica, transcriptómica, proteómica y metabolómica, para el pronóstico y tratamiento de los pacientes críticos, van a producir un enorme impacto en el manejo de estos pacientes. Y todo ello nos llevará a la personalización dentro del marco de la Medicina de Precisión y Enriquecimiento, que permitirán la individualización de cada enfermo crítico que ingrese en una Unidad de Cuidado Intensivo”.


Intensiva, un motor de investigación española


Con respecto a la investigación, Ortiz Leyba ha recalcado que la Medicina Intensiva española es la séptima en el mundo en publicaciones científicas con 10.373 documentos en el periodo 1996- 2021. En lo que se refiere al trasplante y, de acuerdo con el informe de 2022 de la Organización Nacional de Trasplantes, las UCIs contribuyeron en 2.196 donaciones de órganos. Y a través del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar se han formado 120.000 profesionales sanitarios, y más de 7000 instructores en RCP Básica y Avanzada.

Para Ortiz ingresar en la RAMSE supone el reconocimiento de una larga carrera asistencial, docente e investigadora. “Ser admitido como Académico de Número es algo que me llena de intensa felicidad y agradecimiento a quienes han decidido acogerme como uno de ellos”.

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