El cambio de percepción de la eutanasia mueve a los médicos a dar respuesta

Si bien el suicidio asistido o eutanasia es un debate distinto al de los cuidados paliativos, la segunda jornada de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) sobre estos últimos ha abordado la cuestión, consciente de que abordar el tema es cada vez más necesario.

Real Asúa explica los argumentos a favor de regular la eutanasia.

"Hay que dar respuesta a un cambio de percepción social", ha señalado Diego Real Asúa, coordinador del Grupo de Trabajo de Bioética de la SEMI. Se refiere a la cada vez mayor aceptación de la eutanasia en España, donde el 84 por ciento de las personas (según una encuesta del CIS de 2017) se muestran a favor de su regulación positiva y despenalización.

Además, es un debate que ha generado mucha atención en los medios, con casos como el de María José Carrasco, enferma terminal de esclerosis múltiple cuyo marido la ayudó a morir, que ha motivado la presentación de una ley sobre la eutanasia, paralizada debido a la próxima disolución de las Cortes previa a las elecciones generales del 10 de noviembre.

Opciones de 'último recurso'

Suicidio asistido y eutanasia se engloban en las opciones llamadas 'de último recurso', entre las que se encuentran la sedación paliativa y el rechazo al tratamiento como elecciones con un mayor consenso ético.

Real Asúa ha enumerado las características del suicidio asistido: una intervención que produce la muerte con una causa-efecto de forma inmediata; debe haber una petición expresa, reiterada e informada, y un contexto de sufrimiento inaceptable o no mitigable por estrategias previas que deben haberse probado. Además, debe ser atendido por profesionales sanitarios con los que ha existido relación previa.

De izquierda a derecha: Real Asúa, Gema Flox Benítez y Susan Plaza Canteli.

El coordinador de Bioética de la SEMI ha resumido, además, los argumentos en favor y en contra de regular esta práctica dentro de la comunidad médica. A favor está el principio de libertad individual y el derecho de autodeterminación del individuo, pero también el hecho de que la simple posibilidad de acceso "ya mitiga el sufrimiento del enfermo".

En los países que tienen regulado el suicidio asistido no ha habido una 'pendiente resbaladiza' que lo extiende

Además, podrían promoverse los cuidados paliativos a que quien solicite la eutanasia tiene que pasar previamente por ellos. Por último, de mantener la normativa actual la eutanasia se seguirá haciendo, pero "de forma oculta, injusta y peligrosa, sin garantías y siendo, en muchas ocasiones, discriminatoria", pues accede a esta práctica quien puede 'permitírselo'.

En cambio, entre los argumentos en contra de su despenalización está que "la naturaleza de la profesión médica no es eliminar todo o cualquier sufrimiento", y que tampoco es el rol social del médico el facilitar la muerte de los pacientes, "lo que compromete la confianza pública en la profesión".

Aspecto de la sala durante la mesa sobre aspectos éticos y legales del final de la vida.

Hay otros aspectos más polémicos, como la posible 'pendiente resbaladiza', que implica que, si se empieza a ofrecer la eutanasia a un colectivo (el de los enfermos terminales), acabará extendiéndose a otros ámbitos. No obstante, Real Asúa ha señalado que, en los países en que está regulada está práctica, no ha sido así.

También existe el peligro de que, de no garantizar cuidados paliativos de calidad, se opte por un camino en lugar de otro, comenta el internista, que ha advertido de que, en un tema como éste, va a ser muy difícil que se alcance un acuerdo de "máximos globales".