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El "calor humano", una faceta obligada en el acople de Interna al Big Data

Manuel Seco, internista jubilado, pone el foco en el diagnóstico y el paciente crónico para que la especialidad mejore

Manuel Seco, médico internista jubilado.

01 mar 2023. 16.50H
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La Medicina Interna, al igual que todo el sector sanitario, está al compás de los nuevos avances que está habiendo en el ámbito tecnológico. Las nuevas herramientas, dispositivos, terapias y modos de actuación van innovando, con un peso creciente de las nuevas tecnologías. Tal y como asegura a este diario Manuel Seco, internista jubilado del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), estos pasos hacia delante de las nuevas tecnologías pueden hacer que todo el camino recorrido hasta ahora pueda “desaparecer”: “Estoy educado en el siglo XX y temo que esto no va a ser lo que era. Lo que estamos haciendo, a lo mejor, desaparecerá. Espero que no, pero no lo sé”, afirma Seco, que ahora se dedica a impartir talleres a los estudiantes y a los facultativos noveles sobre cómo realizar una exploración física a los pacientes. En esos talleres, reivindica, a su vez, el trato humano médico-paciente que debe existir en las consultas.

Y es que la Medicina española ya está notando los cambios que el sector tecnológico impulsa. Nuevos equipos multidisciplinares con una mayor eficiencia energética, intervenciones menos invasivas y la presencia cada vez más frecuente de los láseres hacen que al internista jubilado no le atraiga demasiado el futuro de su especialidad. Reconoce que no le “gustará”, puesto que cree que los robots, la inteligencia artificil y el big data “reemplazará casi seguro” a los profesionales sanitarios, aunque detrás "siempre" se cuente con algún profesional. “Tú llegas al hospital, te recibe un robot, te mira, te hace una analítica, luego una ecografía… La inteligencia artificial aprende por sí misma y en un segundo puede tener millones de datos”, relata.

No obstante, Seco recalca que el “calor humano” es imprescindible para la práctica sanitaria. Una faceta que el robot no puede dar, “por muy perfeccionado que esté”. Es por ello que este sanitario, que tuvo que colgar la bata cuando alcanzó los sesenta y cinco años de edad, se centró en la docencia para seguir aportando a los estudiantes y a los médicos que comienzan su andadura.


Cómo aportar desde la jubilación a la Medicina Interna


A pesar de que Manuel Seco no se dedique ya a la profesión sanitaria desde la primera línea de la Medicina Interna, sigue ligado a la especialidad. Con toda la experiencia de sus largos años como internista, ahora pretende enseñar a los estudiantes y a los nuevos médicos cuál ha sido su manera de atender y trabajar. De hecho, hace escasos días comenzó a impartir un nuevo taller, tras cerca de dos décadas explorando la vía docente.

En esta ocasión, su taller se centrará en la exploración física del paciente. La primera clase ya la ha impartido en el centro de salud A Estrada (Pontevedra), y semana tras semana congregará a sus estudiantes para indicarles qué, cómo y por qué actuar de la manera en la que él ha trabajado a lo largo de su trayectoria en el Complejo Hopsitalario Universitario de Ourense.

“Cada internista, a parte de ser un médico integral, tiene sus querencias. A uno le gustan las infecciones, a otro las enfermedades inmunológicas y a otros las metabólicas como la diabetes o los infartos”, detalla Seco. A su vez, añade que respecto a los internistas que ya han colgado la bata, “cada uno puede seguir haciendo cosas, pero sobre todo, estamos en la docencia”.


El cambio de la especialidad


Sin caer en el escenario que la inteligencia artificial y el big data pueden traer para los internistas, Seco valora de manera positiva la adaptación que ha hecho la especialidad a lo largo de estos años a los cambios que se han dado, aunque advierte de la importancia de la exploración física: “Ahora es mucho mejor, hay nuevos descubrimientos, pero está fallando una cosa, que es la exploración física. Todo el mundo se queja de que el médico apenas les mira y les toca. Explorar completamente a un paciente es algo que se está olvidando”.

“Diagnosticar es lo que se hacía antes. Hablar con el paciente es fundamental, hacer epidemiología, explorarlo y luego pedir solo las pruebas necesarias”, apunta Seco. Justamente, el diagnóstico y el tratamiento del paciente crónico son dos de las cuestiones a mejorar en la Medicina Interna para este internista jubilado.

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