El
dengue es una
enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se ha estado propagando rápidamente en todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal y como indica la propia institución, en los últimos años. Es un virus que se transmite a los seres humanos por la picadura de
mosquitos hembra principalmente de la especie
Aedes aegypti y, en menor grado, de
A. albopictus. Estos insectos también transmiten la
fiebre chikungunya, la
fiebre amarilla y la i
nfección por el virus de Zika.
El dengue está muy extendida en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo que dependen en gran medida de las precipitaciones, la temperatura y la urbanización rápida sin planificar. Sin embargo, ahora
España se enfrenta a los primeros
casos de dengue autóctonos.
El dengue es una enfermedad de
tipo gripal que puede afectar tanto a bebés, niños pequeños y adultos, tal y como
explica la OMS, que da ciertos detalles del virus. Por ejemplo, la organización expone que las señales que pueden llevar a una persona a sospechar que ha contraído esta enfermedad es una
fiebre elevada (40 °C) acompañada de dos de estos síntomas:
dolor de cabeza muy intenso,
dolor detrás de los globos oculares,
dolores musculares y articulares, náuseas,
vómitos,
agrandamiento de ganglios linfáticos o
salpullido. Estos se presentan al cabo de un
periodo de incubación de
4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y, normalmente, duran entre 2 y 7 días.
Dengue grave
Por suerte,
raras veces resulta mortal. Eso sí, el
dengue grave es una
complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica.
La OMS señala que los signos que advierten de esta complicación se presentan
entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se acompañan de un d
escenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y los siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la
etapa crítica pueden ser
letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.
Sin tratamiento
La organización también especifica que, a día de hoy, n
o existe un tratamiento específico para el dengue. "En caso de
dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que tienen experiencia con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad de más del 20 por ciento a menos del 1 por ciento. Es decisivo
mantener el volumen de los líquidos corporales", explican.
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