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El CSIC desarrolla un probiótico que previene y trata la obesidad

Se basa en una bacteria intestinal que reduce el apetito y normaliza las alteraciones inmunológicas y metabólicas

Un probiótico de nueva generación permitirá prevenir de forma eficaz las complicaciones metabólicas de la obesidad.

14 may 2021. 10.40H
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Una investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) y del centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha permitido el desarrollo de un probiótico de nueva generación que permitirá prevenir de forma eficaz las complicaciones metabólicas de la obesidad. El proyecto consiste en la valorización de una bacteria aislada de la microbiota intestinal de individuos delgados que se asociada a un fenotipo metabólico saludable en estudios epidemiológicos.

Patentada por el IATA por su potencial aplicación para prevenir y tratar la obesidad, el centro de investigación del CSIC pretende, en el marco de este proyecto, completar las fases de experimentación en el laboratorio y optimizar los procesos de producción, antes de iniciar los ensayos en humanos previos a su comercialización.

Los estudios que se han realizado hasta la fecha ofrecen resultados “prometedores” porque este probiótico actúa a través de dos mecanismos de acción. Por un lado, reduce el apetito y, por otro, normaliza las alteraciones inmunológicas asociadas a la obesidad y que, a menudo, derivan en otras enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y las patologías cardiovasculares.


Reducción de ingesta de energía, el peso y grasa corporal


En ensayos preclínicos realizados en un modelo de obesidad, la administración de la bacteria ha demostrado ser capaz de reducir la ingesta de energía y el peso y grasa corporal, así como las alteraciones metabólicas asociadas a la obesidad, como la hiperglucemia y la intolerancia a la glucosa y, también, reduce la inflamación intestinal y sistémica que conduce al desarrollo de patologías crónicas.

“Pensamos que esta bacteria puede tener mayor eficacia en comparación con otros productos existentes en el mercado por su múltiple modo de acción”, concluye Yolanda Sanz, profesora de investigación del CSIS en el IATA, centro que ha coordinado el proyecto europeo MyNewGut, en virtud del cual se ha generado un biobanco de bacterias intestinales humanas con potencial para mejorar la salud.

Superados los primeros seis meses de ejecución, el equipo científico ya ha demostrado la seguridad de la bacteria. Ha elevado la producción a escala de laboratorio y ha seleccionado un sistema de microencapsulado para mejorar su estabilidad y vida útil.

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