Bajo la presidencia de
Chile, Madrid acoge estos días la
25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
Cambio Climático (COP25), el mayor evento internacional con participación de jefes de Estado y de Gobierno sobre calentamiento global. Coincidiendo con este evento,
Redacción Médica ha hablado con las
distintas sociedades médicas para conocer su punto de vista sobre este fenómeno y su incidencia en la salud de las personas.
Según señala
Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "el cambio climático ha sido definido por algunas agencias internacionales, como la propia Organización Mundial de la Salud, como 'una de las principales amenazas para la salud pública en el siglo XXI'".
"El cambio climático ha sido definido como una de las principales amenazas para la salud pública en el siglo XXI"
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Por eso los médicos deban tomar parte de forma activa contra los problemas que genera,
tanto presentes como futuros. "Aparte de curar
debemos intentar prevenir", señala Gómez Huelgas. "Cada vez hay más evidencia de que los cambios globales, sociales y económicos también impactan en la salud de las personas. Por tanto, implicarnos como profesionales de la salud para generar conciencia social y dinamizar intervenciones políticas y administrativas es muy importante".
Y es que, también como han señalado varios organismos internacionales, el cambio climático y el calentamiento global (el
aumento de un grado de media en la temperatura del planeta desde el inicio de la era industrial), genera tanto "un impacto directo" como "indirecto" sobre la salud.
Impacto directo
En cuanto al impacto directo indica que "se ha calculado, en la zona europea, que por cada aumento de un grado en la temperatura media la mortalidad global de la población puede aumentar un
4 por ciento". Así, "las crisis climáticas pueden generar una mayor mortalidad en la
población más vulnerable como son los ancianos o los pacientes con enfermedades crónicas de tipo cardiaco, respiratorio, renal o diabético". Pero también hay que vigilar la salud general de la población, puesto que el aumento de las temperaturas también conlleva
golpes de calor en población activa "como personas que realiza actividades laborales o deportivas en condiciones extremas".
"Otro aspecto, quizá más desconocido es el aumento de enfermedades psiquiátricas y la relación entre el aumento de temperatura extrema y mayores tasas de suicidio", señala.
Impacto indirecto
En el segundo caso, recuerda el presidente de la SEMI, "el cambio climático puede generar dificultades para el mantenimiento de la
alimentación a nivel global debido a fenómenos atmosféricos extremos como las sequías o las inundaciones junto con la posibilidad de migraciones masivas".
Además, con el aumento de las temperaturas, "es previsible que haya un
cambio de vectores y que animales transmisores de enfermedades, como
mosquitos,
garrapatas o
murciélagos propios de climas tropicales, empiecen a migrar a zonas que hasta ahora han sido más templadas. Enfermedades que hasta ahora han sido consideradas tropicales, como el
dengue, el zika o el chikungunya pueden verse en nuestro medio y, de hecho, ya hemos tenido algún caso de dengue autóctono", incide.
"Es decir que, en todos los aspectos, el
cambio climático incide en la salud de la población y en la calidad de vida de las personas", concluye.
De ahí la importancia de los problemas que se están abordando estos días en Madrid, como la implantación y el desarrollo del
Acuerdo de París 2015, que pide "mantener el aumento de la temperatura media mundial
muy por debajo de 2 grados sobre los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a
1,5 grados".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.