La Medicina Interna española trata de darle un ‘empujón’ a la
asistencia compartida para fortalecer la colaboración del internista con el resto de los especialistas hospitalarios, debido al
ahorro económico que supone para el sistema sanitario. La Sociedad Española de Medicina Interna (
SEMI) dará un paso más esta semana en esta labor, gracias a la organización de unas nuevas jornadas para abordar el tema.
Concretamente, este jueves y viernes, 11 y 12 de mayo, la
SEMI celebrará su VII Reunión de Asistencia Compartida y Medicina Hospitalista (ACyMH) en la ciudad de
Madrid, en la que espera la participación de un centenar de personas.
Eduardo Montero, coordinador del Grupo de Trabajo de ACyMH de SEMI, será el encargado de dirigir las jornadas. En su opinión, durante las mismas, no habrá un tema más importante que otro. Cree que las jornadas en sí son lo relevante, por lo que anima a los internistas a que acudan para dar “
visibilidad” a la asistencia compartida.
“La asistencia compartida consiste en que los internistas, por ejemplo, lleven pacientes de cirugía con la coordinación de Traumatología, para ayudarles en su Servicio”, explica a
Redacción Médica. Enfatiza en la
amplitud de la propia asistencia compartida, que la compara con su propia especialidad: “Es algo multidisciplinar, un poco como ocurre con la
Medicina Interna. Es un tema muy amplio en el que abarcamos muchas cosas, aunque no con la profundidad con la que la tratan nuestros compañeros de otras especialidades”.
Durante estas VII Jornadas la SEMI reflexionará, entre otras cuestiones, sobre el abordaje de la atención de la
anemia perioperatoria, el tratamiento de las
infecciones de prótesis vasculares, las infecciones víricas respiratorias en el perioperatorio o sobre la
profilaxis de los enfermos de cirugía ortopédica. “Son temas muy variados sobre internistas ayudando a otros compañeros a llevar sus enfermos”, argumenta Montero.
Contratar personal para fomentar la asistencia compartida
“Con estas jornadas queremos fomentar la visibilidad de la asistencia compartida. Hay interés, pero cuesta ponerla en marcha. Además, introducir la asistencia compartida supone que un
Servicio de Medicina Interna desplace a un internista a otro Servicio, con lo que supone que tenga un sanitario menos para su trabajo. Esto cuesta asumirlo, que las Direcciones contraten gente para esto, cuesta”, detalla Montero. Concretamente, el objetivo de la sociedad médica es
dar voz a esta disciplina dentro de la Medicina española, por lo que desde la SEMI optan por "concienciar a todos los niveles".
Una de las principales ventajas de la asistencia compartida es que ahorra recursos al
Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta será otra de las ideas que la SEMI tratará en sus jornadas. El “gran problema”, según Montero, es la de la
contratación de internistas, aunque enfatiza que ese coste tiene, a su vez, una ventaja importante: “Disminuye la estancia de pacientes en el área hospitalaria, las suspensiones de quirófano, los reingresos… Hay muchos factores que hacen que se reduzca el gasto futuro, pero hay que convencer a los gestores”.
La SEMI quiere impulsar un “
cambio de mentalidad”, tanto de los propios facultativos como de los gestores. Admiten que cuesta introducirlo, pero se muestran confiados de poder llevarlo a cabo, tal y como subraya Montero. Madrid, por lo tanto, será testigo de la última bandera que tratará de alzar la SEMI.
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