La ciudad amurallada de Girona acoge
la XXI Reunión de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad Española de Medicina Interna (
SEMI) en el Palacio de Congresos. El paso de los años ha ido fortaleciendo a un grupo que ha pasado de divulgar investigación externa a realizarla, con ensayos con gran potencial como
Clorotic. En la inauguración, el vicepresidente de SEMI,
José Manuel Porcel, ha puesto el acento en que en la sociedad científica "hay personas destinadas a ser líderes naturales", y fruto de ellos son las cuatro mesas que se desarrollarán a lo largo de la jornada.
La evolución que han sufrido estas jornadas con el paso del tiempo ha sido destacada por
Joan Carles Trullàs, presidente del Comité Organizador: “El programa de hace 12 años
tenía un solo taller, se hablaba de estudios propios y se debatía acerca de anticoagulantes. Ahora, hay un total de cuatro talleres, se apuesta por
la visión global del internista en órganos como el hígado o el riñón y contamos con referentes mundiales entre los ponentes, como el cardiólogo del Hospital Oost-Limburg (Bélgica),
Wilfried Mullens”.
Jesús Casado, coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular, ha seguido la estela de Trullàs y ha afirmado que “el grupo ha evolucionado a lo largo de los años. Ha pasado de ser un grupo que se hacía
eco de avances científicos de otros estudios y de difundir a investigar y
ofrecer investigación de alto nivel e impacto”.
El especialista ha destacado durante la inauguración que se pondrá en marcha una iniciativa “para abrirse al
colectivo de los residentes. Habrá la posibilidad de optar a una candidatura para generar una vocalía de los que participan en esta jornada. Esta persona
representará a los residentes en el grupo de Insuficiencia Cardiaca de la primera jornada formativa para residentes, que será el mes de septiembre.
Porcel ha sido el encargado de concluir la inauguración y ha destacado esta reunión como “
el primer grupo estrella y formado por SEMI, fomentando una multitud de ensayos clínicos en desarrollo. En cualquier organización y en SEMI existen personas destinadas a ser líderes naturales, y el grupo de Insuficiencia Cardiaca no es una excepción. Destacaría a uno de los fundadores de este grupo, el doctor
Ruíz Manzano. Decía
Ortega y Grasset que la lealtad es el camino más corto entre dos corazones. Este valor es escaso en nuestra sociedad y profesión. La SEMI está orgullosa de tener entre sus miembros a gente con tanta valía como Ruiz”.
Sintomatología en pacientes con insuficiencia cardiaca
La conferencia inaugural ha abordado las
últimas novedades ligadas a la insuficiencia cardiaca aguda (ICA), destacando la alternativa que está cogiendo fuerza para
sustituir a la morfina, el papel adquirido por las
gafas nasales de alto flujo y la valoración del riesgo en pacientes con ICA con la
escala Meessi.
Óscar Miró, médico internista del Servicio de Urgencias del
Hospital Clínic de Barcelona, ha analizado el papel de
Urgencias en el proceso que atraviesa el enfermo: “Se trata de una enfermedad que acompaña al paciente durante años y llega a crear incapacidad para realizar
funciones habituales. Desde que aparece este síndrome crónico el 50 por ciento de los enfermos mueren a los tres o cuatro años. Además, la ICA presenta
múltiples descompensaciones a lo largo de su trayectoria y la mayoría de los pacientes consultan al Servicio de Urgencias. Una vez allí, se realiza un cuadro clínico con exploraciones complementarias de imagen, radiografía de tórax y ecografía pulmonar”.
Los pacientes presentan una
sintomatología común una vez se les realiza el diagnóstico, provocada, en palabras de Miró, “por la retención de líquidos y la sensación de asfixia. El tratamiento del enfermo pasa en primer lugar por identificar que
no atraviesa una situación crítica, como es la elevada dificultad por respirar. Esta situación está marcada por una ICA grave. Otras veces viene acompañada de una
hipotensión arterial, cuando el corazón es incapaz de
bombear sangre con la presión suficiente. Si se producen estas circunstancias, existen tratamientos específicos, como es ofrecer oxígeno,
ventilaciones no invasivas y actualmente con
gafas nasales de alto flujo. A día de hoy muchos pacientes pueden seguir adelante con estas medidas, sin necesidad de intubar al paciente”.
La morfina, eliminada de futuras guías clínicas
El papel de la
morfina es otro de los campos que Miró ha abordado, advirtiendo que a partir de ahora "las
futuras guías clínicas no deben incluirla para relajar a enfermos agudos que son atendidos en los Servicios de Urgencias. Desde hace tiempo que los pacientes más sintomáticos y con sensación de ahogo reciben morfina. Tiene capacidades positivas desde el punto de vista cardiovascular, permitiendo la
vasodilatación, pero algunos estudios alertan que también genera un gran riesgo para los enfermos”.
Miró participó junto con diferentes Servicios de Urgencias españoles en el
ensayo clínico Mimo, comparando la eficacia del ansiolítico
Midazolam y la morfina: “La rama de enfermos tratados con morfina aumentaron el riesgo de sufrir un evento adverso grave de forma más frecuente que los enfermos que se les trató con Midazolam.
La morfina no se tiene que administrar más de ahora en adelante y debe substituirse por este otro ansiolítico, que evita eventos adversos como la depresión o los vómitos”.
"La rama de enfermos tratados con morfina aumentaron el riesgo de sufrir un evento adverso de forma más frecuente"
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La
estrategia diurética básica intravenosa puede mejorar la respuesta por parte de los enfermos, y Miró ha destacado algunas iniciativas nuevas que han ido apareciendo: “Se ha intentado dar dosis más altas, perfusión continua, añadir un segundo diurético, etc. Es cierto que se logra una mejor diuresis y eliminación de líquidos, pero no va acompañado de una mejora clínica significativa. Ninguna de las estrategias
ha logrado aumentar la supervivencia de enfermos con insuficiencia cardiaca”.
Una escala de riesgo para pacientes con insuficiencia cardiaca
Después de llevar a cabo el tratamiento inicial, el especialista se enfrenta a la decisión de si
el enfermo debe ingresar o se le puede dar de alta. “Actualmente uno de cada cuatro enfermos se puede ir a su domicilio y los que deben ingresar suelen ser tratados por Medicina Interna. La impresión del especialista es determinante para tomar cualquier decisión, y para objetivar esta resolución los Servicios de Medicina Interna españoles desarrollaron hace años
una escala de riesgo, Messii. Actualmente se está convirtiendo en el estándar para estratificar los enfermos según su nivel de riesgo”, confirma el internista del Clínic de Barcelona.
"La escala de riesgo Messii se está convirtiendo en el estándar para estratificar los enfermos según su nivel de riesgo"
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Esta escala llega a predecir
el riesgo de morir de pacientes con ICA en los próximos 30 días y los especialistas de Urgencias ya cuentan con una herramienta antes de tomar la decisión de ingresar al paciente o darles el alta. “Pese a ser un buen pronosticador de mortalidad, se tiene que
demostrar sus resultados en un ensayo clínico. Los estudios realizados hasta la fecha no son suficientes para demostrar si tiene algún impacto en el pronóstico, aunque en los hospitales que se ha implementado sí se ha visto un impacto significativo”, relata el especialista.
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