Las
disfunciones sexuales, tanto masculinas como femeninas, y la
incontinencia afectan en gran parte a los pacientes diabéticos. Sin embargo, aún siguen siendo “tabúes” y no acuden al especialista médico para poder ponerles solución. El
urólogo del Hospital San Rafael Edilberto Fernández explica en una entrevista con
Redacción Médica cuáles son las
principales dudas y los tratamientos, pero que, lo primero pasa porque hay que
fomentar que los afectados acudan a consulta. Precisamente, Fernández participa este lunes en
un taller de la Asociación Diabetes Madrid, en el que los pacientes podrán trasmitir sus preguntas y
saber qué hacer para que no afecte a su calidad de vida.
¿Qué se va abordar en este taller?
Fundamentalmente se va a tratar con
especialistas en la materia dos temas muy importantes que afectan a la población general, pero que sobre todo afectan a los
pacientes diabéticos. Uno es el problema de las
disfunciones sexuales, tanto masculinas como femeninas, y otro de ellos es el de la
incontinencia de orina, que se da en diabéticos con mayor frecuencia que en personas no diabéticas. Y, como es una reunión con pacientes, se trata fundamentalmente de exponerles la situación, darles soluciones y de responder a las preguntas y las dudas que ellos tengan.
"Hay tratamientos tremendamente eficaces"
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¿Cuáles son las dudas más frecuentes que tienen estos pacientes?
Lo primero es si eso es normal o no y si eso forma parte de su enfermedad de diabético o no. También preguntan dónde consultarlas. Lo más importante es quitarles el miedo a consultarlas. Tanto un problema de la disfunción sexual o un problema de incontinencia son a veces problemas que a la gente
le da pudor el hecho de comentarlo. Se trata de darles facilidades para que ellos puedan consultarlo, puesto que ambos problemas tienen hoy día excelentes soluciones.
¿Cuáles son las soluciones médicas a estos problemas?
Por un lado, en las disfunciones sexuales hay que diagnosticar bien qué tipo de disfunción es y el tratamiento orientativo, psicológico, la terapia psicosexual y también tratamiento médico si lo necesitan, o bien,
tratamiento quirúrgico. Depende de la situación de cada uno.
En cuanto a la incontinencia, teniendo en cuenta que ambas cosas afectan al autoestima y a la calidad de vida de la gente, los que tienen incontinencia urinaria les da miedo salir a la calle, a estar en público, relacionarse con los demás y por lo tanto afecta mucho a su calidad de vida.
Hay que saber muy bien diagnosticar qué tipo de incontinencia es, puesto que hay varios tipos, y tratarla en función de cuál sea su diagnóstico. Para eso también tenemos la fisioterapia del suelo pélvico, fármacos o tratamiento quirúrgico que hoy en día es tremendamente eficaz.
¿Los pacientes reaccionan con miedo ante la idea de tener que someterse a una intervención quirúrgica?
No. Es un problema que afecta a su calidad de vida, es más muchas veces el miedo a consultar. Tienen vergüenza, vamos a decirlo así, a consultar. Nosotros podemos hacer que una persona recupere su función sexual y por lo tanto a que sus relaciones de pareja se normalicen. Además, podemos conseguir que una persona no utilice absorbentes o pañales, y eso es muy importante a la hora de su vida social, a su vida de trabajo, etcétera. Y esto se consigue con los tratamientos que realizamos,
lo más importante es que el paciente llegue a preguntar y a buscar soluciones.
¿Cree que a corto plazo esto va a dejar de ser un tabú?
Creo que
poco a poco. Eso es una función en la cual intervenimos todos: los pacientes, los profesionales y las asociaciones que buscan ayuda en nosotros. Yo creo que poco a poco sí.
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