Recién acabado el
38 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, (Semergen), su presidente,
José Luis Llisterri, hace
balance de lo que ha supuesto y de los logros y retos al frente de la sociedad. Recortes, recertificación y la unidad de acción de las tres sociedades son tres de los hitos que han marcado y marcarán la medicina de Atención Primaria en esta década.
¿Qué ha supuesto el congreso recién clausurado en Santiago de Compostela para la sociedad?
El
38 Congreso Nacional de Semergen ha sido uno de los más importantes para nosotros, sobre todo porque ha marcado un hito en varios aspectos clave: los 4.033 asistentes y las 3.506 comunicaciones entre casos clínicos y comunicaciones orales.
Organizar un congreso con tanta gente -muchos compañeros han tenido que dormir fuera de Santiago- es complejo, pero queda siempre el poso de la satisfacción en cuanto al éxito científico y participativo. Hay que felicitar a los comités organizativo y científico y trabajar desde hoy en el próximo Congreso, en Granada.
¿Está suficientemente reconocida la investigación en el primer nivel asistencial?
Como no está conocida ni a nivel hospitalario ni a nivel de Primaria, diremos que no. El I+D+i, de 2009 a 2013,
redujo su inversión en torno a los 9.000 millones de euros. Desde hace dos años se ha incrementado algo su presupuesto, pero el destinado a la Atención Primaria es paupérrimo. Diría que no existe.
Lo que hace falta es que la AP tenga una dotación presupuestaria más elevada. Estamos hablando de un
14-15 por ciento, y reivindicamos desde hace tiempo, desde el foro de AP, que sería deseable, de momento, en torno al 20 por ciento.
Por tanto, no hay reconocimiento y tampoco existe dotación presupuestaria para la investigación en Atención Primaria. Lo que se hace, como se ha visto en Semergen, es por propia voluntad y con el patrocinio de la propia sociedad.
Estamos invirtiendo en I+D+i y los beneficios que sacamos de las cuotas sociales y de los congresos los destinamos íntegramente a formación e investigación.
¿Está el médico de Familia preparado para los cambios que están sucediendo en el SNS? Ya sea la introducción de los biosimilares, el paso hacia un sistema basado en la cronicidad, etc.
El enfoque destinado a la cronicidad es un aspecto que está desarrollándose en España a diferentes velocidades desde que en octubre de 2012 se publicó la ley del abordaje del paciente crónico, una
excelente hoja de ruta que no se está cumpliendo a nivel de las autonomías pero que plasma de manera ejemplarizante lo que debería ser el abordaje de la estrategia del paciente crónico.
El médico de Familia está bastante sensibilizado, el problema es que no se implanta, hay autonomías que van a mayor velocidad (Cataluña, País Vasco, seguramente Galicia y algo Andalucía). Estamos preparados pero como no hay recursos ni infraestructura adecuada, no hay una implantación plena.
Por otro lado, el médico está preparado para la innovación y medicamentos novedosos. Presentamos datos de una encuesta a nuestros socios donde hay una
limitación muy importante en autonomías en la prescripción de fármacos aprobados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), eso nos preocupa.
Nos preocupa también que se sigan poniendo trabas de tipo burocrático o administrativo como los visados, que son trabas económicas en definitiva, que hacen dudar de la formación del médico de Familia en la prescripción de áreas terapéuticas de mucho interés como puede ser la diabetes. En diabetes hay una innovación importante, nuevos fármacos, pero el médico de Familia está condicionado al visado de inspección para poder prescribirlos. ¿Quién pierde? El paciente.
Llisterri, en un momento de la entrevista.
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En ciertas especialidades hospitalarias se demanda una coordinación con el médico de AP que todavía no se ha formalizado. Puede suponer una carga más que tiene este profesional. ¿Cómo se lleva este tipo de derivaciones de la especializada a Primaria?
Es más de lo mismo. La interrelación entre niveles asistenciales es muy variable en función del ámbito autonómico. Debe haber una directriz única que emerja desde el SNS, especialmente desde el Consejo Interterritorial, y que homogenice e implemente, e incluso haga obligatorio, la interrelación entre diferentes niveles en beneficio del paciente y de la resolución de problemas.
Si no tenemos esa interrelación entre niveles y el médico del hospital tiene
dudas sobre la capacidad formativa del médico de Familia respecto a la petición de pruebas complementarias, interpretación de ellas e incluso seguimiento de pacientes compartidos, difícilmente se va a llevar a cabo una solución eficiente y eficaz de los problemas del futuro que se orientan sobre todo a la cronicidad.
Pasemos a la formación. ¿Son suficientes las competencias asignadas a Primaria en el tronco médico, que adelantó Redacción Médica?
El tronco médico, con las 21 especialidades, refleja el sentir de lo que hemos trabajado durante los últimos 3-4 años respecto al área de conocimiento, especialmente en la parte de AP. Estamos satisfechos en cuanto a las materias, que corresponden a lo que pretendemos, pero estamos preocupados por otras cuestiones. La más importante es el
soporte económico que va a tener esta implementación en un futuro inmediato.
En segundo lugar, tenemos miedo de que las unidades troncales se desvinculen de la Primaria. Reclamamos que la unidad troncal del tronco médico tiene que estar en el ámbito natural, que es el de Primaria, pero también de especializada en función del área del tronco que se elija, y luego tenemos la preocupación de que exista una limitación en la obligatoriedad de que todo el mundo rotara o estuviera en Atención Primaria. Tenemos preocupación y miedo de que algunas especialidades no obliguen a rotar o estar en el ámbito de Primaria, que es una de las cuestiones clave para tener éxito en la troncalidad. Que los que van a enfocar el tronco médico tengan un desarrollo de inicio de su profesión muy vinculado a la Atención Primaria.
Semergen ya presentó su herramienta de evaluación del desarrollo profesional continuo (DPC) ante la OMC. ¿Tiene que haber una única herramienta para la Medicina de Familia o cada sociedad proponer la suya?
Hasta hace pocos meses hemos trabajando conjuntamente con Semfyc y con SEMG en la elaboración del
mapa de competencias, que es lo más importante. Hemos de consensuar un mapa de competencias único para el médico de Familia. Nosotros hemos elaborado uno que es flexible y está abierto a cualquier sugerencia de sociedades hermanas.
Otra cosa es la herramienta para evaluar. Semergen la tiene desde el año 2006, lo recuerdo. Ha sido desarrollada en los últimos años y se ha perfeccionado muchísimo gracias al entorno web 2.0. Esta herramienta se pone a disposición de las sociedades hermanas. Cada una, intuyo que está trabajando en una herramienta, lo cual no es nada raro, pero tenemos que consensuar el mapa de competencias. Nuestra herramienta, que hemos puesto a disposición de la Administración, la OMC, los colegios profesionales y otras sociedades científicas, es buena, ágil, adaptable y además evalúa competencias.
Tras cuatro años de mandato y otros cuatro por delante, ¿qué logros se han conseguido y cuáles quedan pendientes?
A nivel de la sociedad hay muchos logros. Estamos satisfechos de reorientar la sociedad hacia la formación y la investigación. Hemos reorientado el paradigma y el ejemplo está aquí: 1.300 residentes han presentado comunicaciones. La investigación es nuestra razón de ser. Y la recertificación, otra razón de ser para los próximos cuatro años.
A nivel de Atención Primaria, ¿hemos conseguido algo?
Estamos decepcionados. Hemos coincidido con la época de recortes, penuria, no sustituciones, no suplir jubilaciones… Eso ha sido muy duro. Presupuestos cerrados, compañeros a la calle, aunque no somos una sociedad reivindicativa, no somos un sindicato, joroba que los compañeros tengan precariedad laboral.
Quizá para mí, una de las cosas más importantes de estos cuatro años ha sido conseguir la
unidad de acción de las tres sociedades. Aspectos muy relevantes: primero fue la resolución de la famosa ECOE. Finalizamos el proyecto de la accesibilidad al título de Médico de Familia porque nos empeñamos las tres sociedades, y se cerró en 2014. Estamos contentos de haber trabajado en foros unidos de investigación, o en la conferencia anual de Universidad y Medicina de Familia, estamos trabajando en la Academia de Medicina Familiar en España, estamos por buen camino, y queremos trabajar en la certificación. Ya que tenemos una comisión que está parada por los cambios que ha habido en la presidencia de la SEMG y de Semfyc recientemente, es un buen momento para tratarlo. La ECOE resuelta, universidad, Academia de Medicina de Familia y recertificación son los cuatro puntos clave de la unidad de acción.
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