El Ministerio de Sanidad ha lanzado a audiencia pública el nuevo
programa formativo de Medicina Familiar y Comunitaria, un documento que llevaba 18 años sin actualizarse y que se había convertido en una de las principales reivindicaciones del sector. La orden del departamento de Ordenación Profesional establece los criterios didácticos y docentes de la especialidad atendiendo a los “múltiples cambios demográficos, sociales y tecnológicos” de los últimos años, “a los que se ha sumado una pandemia mundial”. “Estas circunstancias han condicionado la necesidad de un nuevo perfil profesional del especialista en MFyC”, destaca el documento, que recoge algunas de las demandas de las sociedades médicas, como rotaciones en el ámbito rural y la “garantía” de que haya
un tutor para cada cinco residentes como máximo.
El
nuevo programa formativo de Medicina Familiar y Comunitaria mantiene en
cuatro los años de residencia (48 meses) en diferentes dispositivos docentes. Sanidad ha considerado que las especialidades en Ciencias de la Salud que presentan un contenido que resulta de
interés prioritario para la especialidad son Medicina Interna, Geriatría, Pediatría y sus áreas específicas, Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología, Ginecología y Obstetricia y Psiquiatría.
Entre otras disposiciones, Sanidad aboga por que hay aun “
contacto inicial del residente con la Atención Primaria durante los primeros seis meses de formación”, así como por la realización de hasta el 50 por ciento de este proceso didáctico en el primer nivel asistencial. Además, recoge una
rotación de tres meses en
centros de salud rural durante el segundo y el tercer año de residencia “o una rotación equivalente en uno urbano en aquellos MIR cuyo centro de salud sea rural”.
De forma paralela, se recomienda una rotación de
dos meses en Pediatría de Atención Primaria durante el segundo o tercer año y una estancia
formativa de libre elección, preferentemente en los últimos dos años de residencia, en otra unidad docente durante tres meses “para profundizar en las competencias de MFyC”. Este programa tendrá efectos retroactivos sobre aquellos residentes que ya hayan iniciado su formación.
Otra de las novedades que recoge el programa formativo de Familia está vinculada a la ratio de docentes por residentes. El objetivo es “garantizar” que haya al menos
un tutor por cada cinco MIR “como máximo”, lo que constituye otra de las grandes demandas del sector.
Asimismo, se establece un plazo de tres años para que las
Unidades Docentes actualmente acreditadas de Medicina Familiar y Comunitaria "se adapten a los requisitos de acreditación".
'Acercar' la formación de Familia a la Primaria
Carolina Darias, ministra de Sanidad, avanzó en diciembre que la publicación del nuevo programa formativo de Medicina Familiar y Comunitaria no se retrasaría más allá de las primeras semanas de enero. “No era acorde que una formación en Familia fuera
más hospitalaria que de los propios centros de salud”, confesó la mandataria socialista.
El propio documento subraya que el médico de Familia “debe
liderar, desde la Atención Primaria, la atención médica a la persona, a la familia y a la comunidad”. “Es necesario que la formación de estos especialistas incorpore a la cabecera del paciente, desde el rigor científico y la dimensión humanista, los conocimientos actuales para abordar los problemas de salud de la población, incluyendo las enfermedades crónicas y las emergentes, la comunicación clínica, así como las competencias en salud digital, gestión clínica, bioética, docencia e investigación”, apunta.
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