Desde que la evolución de pandemia del Covid-19 se ha relajado en España, los médicos de Familia han visto cómo
el número de consultas ha crecido considerablemente, tanto por motivos dilatados por la pandemia como por una
mayor preocupación por la salud que ha derivado en un auge de
consultas banales. Una pérdida de tiempo efectivo que desde el primer nivel asistencial ven
remediable si se impulsara la educación para la salud entre la población. Una labor de Medicina de Familia que actualmente es imposible realizar a no ser que se estableciera
"un tiempo fijo en la agenda" para ello.
“Han aumentado mucho las consultas, las banales y las no banales. Hemos pasado una época con coronavirus donde había muchas reticencias para ir al médico y ahora esa dilación se junta con una mayor preocupación por el estado de nuestra salud. Hay cosas que no preocupan cuando hay pandemia, pero una vez se ha relajado
se vuelve a pensar en las cuestiones más banales, y eso implica una sobrecarga en la consulta”, explica Manuel Mozota Navara, vicepresidente 3º de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Para evitar estas consultas innecesarias, el facultativo apuesta por un
reimpulso de la parte comunitaria de Familia que podría generarse estableciendo unas horas fijas en las agendas del médico para dedicarlas a la promoción y educación para la salud. “Es un proceso que no es cerrado. Para planificar estrategias de salud o mirar la prevalencia de las enfermedades podríamos hacerlo en
una o dos horas y luego el día que tienes la charla tendría que ser un espacio más extenso. En el momento de actuar comunitariamente hay que ir a un colegio, una residencia de mayores, al ayuntamiento…”, explica el facultativo.
Mozota Navarra vería como un “buen comienzo” dedicar una hora al día a esta parte de la Medicina de Familia, sin embargo, considera que, si está subiendo la demanda, las urgencias y las consultas banales “es muy difícil conseguir ese tiempo” para hacer Medicina comunitaria. Por ello, reivindica una fijación en las agendas. "Por ejemplo, se podría poner por agenda
una hora al día y un día cada quince días o tres semanas para actuar”, reivindica el facultativo.
Importancia de la Medicina comunitaria
Este exceso de demanda actual acarrea resultados que van más allá de la propia saturación de los profesionales. Una de las consecuencias, según resaltan desde la SEMG, es que los pacientes crónicos, que en la pandemia sufrieron un “desamparo y una falta de atención”, ahora tienen que
“esperar más tiempo” porque las citas están ocupadas por pacientes con consultas banales.
"Lo primero que hay que hacer es reformar las agendas para poner una parte de colaboración y acción comunitaria"
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Por ello, Mozota Navarra recuerda que la educación sanitaria es muy importante, no solo a nivel individual sino también comunitario. “Cuando haces algo respecto a un grupo alcanzas más personas que si es solo a una. Al
paciente le tienes que hacer responsable y protagonista de su proceso de salud y sus enfermedades. La educación sanitaria es vital para que el paciente se pueda
autogestionar. Esto nos favorece y nos quita consultas banales”, detalla el facultativo.
En ese sentido, el vicepresidente 3º de SEMG recuerda que si la parte comunitaria está dejada de lado es por el “aumento de la presión de las consultas”. “
Lo primero que hay que hacer es reformar las agendas para poner una parte de colaboración y acción comunitaria. Esto también hay que hacerlo de forma conjunta con Enfermería, que son una parte importante. Juntos podemos actuar, pero primero
hay que establecer un tiempo porque si la demanda del día a día se lo come todo y es imposible trabajar en acciones comunitarias, que al final son las que más impacto tienen en la población”, reivindica Mozota Navarra.
El facultativo tiene claro que “sería importantísimo” retomar esta pata de Familia junto con la
investigación en Atención Primaria.
“Podríamos hallar los problemas más prevalentes de nuestra comunidad, ya que hay problemas específicos en cada zona. Si los conocemos es más fácil solucionarlos. De un sitio a otro varía mucho, tanto en función de si es rural o urbano o de costa o interior”, detalla el especialista.
"Hay que establecer un tiempo porque si no la demanda del día a día se lo come todo"
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Pese a que existen soluciones, Mozota Navarra se resigna ante la visión a corto plazo de la clase política. “Vivimos en el cortoplacismo, a nuestros gerentes se les ha olvidado el medio y largo plazo. En la sanidad el corto plazo es importante, pero también el largo plazo. Muchas veces la patología es consecuencia de lo que se está haciendo. Si conseguimos frenar este proceso,
ese paciente tardará más tiempo en necesitar nuestros servicios”, concluye el facultativo.
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