Enclavados en el Macizo Central de Ourense, Manzaneda -menos de 800 habitantes- y Candrexa de Queixa -menos de 500- son dos de tantos otros
municipios de la España rural que tratan constantemente de reinventarse para no quedarse atrás en un mundo que avanza demasiado rápido o, al menos, a un ritmo que no todos pueden seguir. En ese contexto cobra doble importancia la estrategia impulsada en estos dos pueblos gallegos para promocionar la
salud pública, que ha recibido recientemente la IV Beca de
Medicina Rural que conceden la Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG).
El
Plan de Actuación Integral Salud Natural del Macizo Central: Manzaneda-Chandrexa de Queixa es, según valora la SEMG en una nota, “un proyecto transformador que ha sabido
convertir los retos de la España vaciada en una auténtica oportunidad de salud y resiliencia”. Para hacerlo posible, los municipios cuentan con “un amplio equipo multidisciplinar y profundamente implicado en la comunidad, formado por médicos, enfermeras, farmacéuticos, nutricionistas, técnicos municipales, educadoras sociales o animadores socioculturales”. Tres de las cabezas visibles, Amable Fernández, alcalde de Manzaneda; Carlos Moral, médico titular del centro salud de Chandrexa de Queixa; y Enrique González, técnico municipal de Desarrollo Rural del Concello de Manzaneda, han charlado recientemente con la SEMG para desgranar los detalles de su estrategia.
Tres pilares de fomento intergeneracional de salud pública
La iniciativa se divide en tres proyectos. Por un lado,
Cosechando saber tradicional, recogemos tu salud, lo llevará a cabo por un grupo de trabajo de mayores de 80 años, personas de entre 55 y 79 años, y niñas y niños de Manzaneda y Chandrexa de Queixa para
Cultivar Salud en Espacios del Medio Rural. “El objetivo es crear un banco de semillas de variedades tradicionales y adaptadas a la región,
fomentando la soberanía alimentaria y la diversidad genética, así como la promoción del conocimiento del cultivo tradicionales”, explica la SEMG. Las actividades se desarrollarán en pequeños invernaderos ejecutados en el propio proyecto.
En segundo lugar, con
Recetas de nuestra tierra se creará un grupo de trabajo que se pondrán en marcha obradores para conservar productos de origen vegetal. Con ello, se pretende “desarrollar conocimiento teórico y práctico de técnicas para la conservación de frutas, verduras y hortalizas” de kilómetro cero. “En los obradores se abordarán de modo ameno recetas de conservación a base de productos locales, así como
nociones sobre alimentación saludable y buenas prácticas generales alimentarias”.
Por último, el proyecto
Natural-mente nos movemos constará de cursos de
gimnasia de mantenimiento adaptada a personas mayores, así como de paseos saludables por entornos naturales del territorio que beneficien la salud física y mental. Además, integrará el uso de nuevas tecnologías para enseñar a los mayores cómo usar dos tipos de aplicaciones libres: unas que ofrecen guías seguras por los paseos naturales y otras que optimizan las condiciones de vida y la movilidad a través de la tecnología. La idea es “favorecer un envejecimiento saludable”.
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