La
hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una patología con elevada prevalencia en España que afecta fundamentalmente a los varones a partir de los 50 años, y que puede suponer una
modificación sustancial de su calidad de vida. Se trata de una patología muy frecuente en la población diana y genera un alto número de visitas tanto en centros de Atención Primaria como en farmacias comunitarias, lo que hace imprescindible formar y coordinar a los profesionales de ambas áreas para un manejo eficaz de esta patología.
Este es el objetivo del documento 'Manejo compartido entre la Farmacia Comunitaria y la Atención Primaria del paciente con hiperplasia benigna de próstata', publicado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
Semergen) y la Sociedad Española de Farmacia familiar y Comunitaria (
Sefac), con la colaboración de GSK. La publicación lleva las firmas de
Francisco José Brenes, médico de Familia e integrante del Grupo de Trabajo de Urología de Semergen, y
Jesús C. Gómez, presidente de Sefac.
En España, el 69% de varones mayores de 50 años que acuden espontáneamente a la consulta de Primaria por STUI lo hacen debido a HBP
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El documento protocoliza el diagnóstico de la HBP, una enfermedad de naturaleza progresiva caracterizada por un
crecimiento benigno de la próstata que genera una
obstrucción a la salida de la orina, que se manifiesta clínicamente con una serie de síntomas que conocemos como
síntomas del tracto urinario inferior (STUI).
En España, el 69,1 por ciento de los varones mayores de 50 años de edad que acuden espontáneamente a la consulta de Atención Primaria por STUI lo hacen debido a HBP. Sin embargo, la HBP suele manifestarse con
sintomatología.
Y dado que los pacientes consultan en farmacias comunitarias y centros de Atención Primaria por STUI y no por HBP, es importante que desde la Farmacia Comunitaria y las consultas de Primaria se conozcan las características de estos STUI y sus repercusiones, así como los
distintos valores y parámetros diagnósticos que pueden indicar un
mayor o menor riesgo de progresión.
La mayoría de las HBP no diagnosticadas acaban derivando en un aumento de los síntomas, alteraciones en la calidad de vida del paciente y aparición de complicaciones (disfunción vesical, infecciones urinarias recurrentes, insuficiencia renal, litiasis, hematuria, etc.), que pueden llevar a requerir
cirugía como consecuencia del empeoramiento.
El tratamiento de la enfermedad
El tratamiento de los varones con HBP varía en función de la
edad,
volumen prostático,
intensidad de los STUI y, especialmente, con el
valor del antígeno prostático específico en el momento del diagnóstico. Este documento brinda a profesionales de Atención Primaria y Farmacia cCmunitaria las claves de los tratamientos en función de las opciones disponibles –tratamiento farmacológico, conducta expectante o tratamiento quirúrgico-, con el objetivo de disminuir los STUI, mejorar la calidad de vida y evitar la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones.
En las páginas de este documento se abunda en las
características de los tratamientos farmacológicos disponibles para tratar los STUI, y se proporcionan datos y argumentos para justificar las distintas decisiones terapéuticas.
El documento proporciona una propuesta consensuada y calendarizada
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Esta publicación proporciona las claves a profesionales de Primaria y Comunitaria para el
seguimiento del varón con HBP, en el que se debe contemplar la
valoración de la respuesta al tratamiento inicial, así como la monitorización de la evolución clínica a largo plazo. En los pacientes que no requieren tratamiento quirúrgico, el seguimiento se realizará desde atención primaria, aunque ante la aparición de determinadas situaciones se recomienda la
derivación a Urología. El seguimiento también implica al farmacéutico comunitario.
Dentro de sus competencias se encuentra el
seguimiento farmacoterapéutico; servicio profesional farmacéutico asistencial que tiene como objetivo la detección de problemas relacionados con la medicación para la prevención y resolución de resultados negativos de la medicación. Este servicio debe proveerse de forma sistematizada y en colaboración con el propio paciente y con los demás profesionales del sistema de salud.
Entre otra información, el documento proporciona a médicos de Primaria y farmacéuticos una
propuesta consensuada y calendarizada para el seguimiento en farmacia comunitaria de los varones con tratamiento para HBP.
La colaboración puede ser "de gran utilidad"
Según
Jesús C. Gómez, presidente de Sefac, “la colaboración en el diagnóstico de la HBP desde la farmacia comunitaria puede ser de gran utilidad, sobre todo en la valoración farmacéutica inicial de los varones con STUI. Desde ambas sociedades científicas promovemos y reclamamos, como ya hicimos en un taller sobre esta patología en el
II Congreso Médico & Farmacéutico Semergen-Sefac, celebrado a primeros de año en Valencia, el trabajo en equipo, coordinado y multidisciplinar, tanto a la hora del diagnóstico como del tratamiento y seguimiento”.
En opinión de
Francisco José Brenes, “la Farmacia Comunitaria es un
puntal en la detección y seguimiento de muchas patologías prevalentes y crónicas (diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemias, etc.) y su labor es fundamental en la valoración del cumplimiento terapéutico y de educación sanitaria.
La farmacia comunitaria, dada su gran accesibilidad y relación cercana con la comunidad, es un lugar idóneo para la detección inicial de los pacientes con STUI sugestivo de HBP, mediante la implementación y evaluación de la gravedad de los STUI con el cuestionario Índice Internacional de la Sintomatología Prostática (I-PSS).
Además, puede ser un eslabón muy importante en la vigilancia y seguimiento compartido con la atención primaria del varón con STUI secundarios a HBP. Con este d
ocumento de consenso Semergen y Sefac, manifiestan la importancia de la colaboración entre distintos estamentos sanitarios en la vigilancia y control terapéutico de los varones con HBP”.
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