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Primaria reclama su papel en la detección del riesgo cardiovascular

Semergen recuerda a la población acudir al centro de salud para prevenir esta enfermedad, cuyos síntomas no avisan

José Luis Llisterri, presidente de Semergen.

14 mar 2017. 12.00H
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POR REDACCIÓN
Los ciudadanos que quieran conocer los factores de riesgo cardiovascular pueden hacerlo simplemente con acercarse a la consulta de su médico de cabecera, pues este profesional "está formado para hacer una detección de los factores de riesgo”, según recuerdan desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

La relevancia del riesgo cardiovascular se debe a que los factores que conducen a la enfermedad no duelen, y cuando se manifiestan ya puede ser tarde. Por ello, Semergen recomienda que el paciente acuda a su centro de salud habitual para hacerse las pruebas. “La mayoría de las ocasiones serán consejos sobre modificación de estilos de vida y si la situación lo requiere, recomendaría el tratamiento farmacológico más adecuado”, explican.

En el año 2015 se produjeron 422.568 defunciones en España, de las cuales 124.235 fueron causadas por enfermedades del sistema circulatorio (29,4%), convirtiéndose en la primera causa de muerte en nuestro país, por encima del cáncer (26,4%) y de las enfermedades del sistema respiratorio (12,3%).

La aparición de enfermedades cardiovasculares está influenciada por dos tipos de factores de riesgo denominados factores no modificables (como edad, sexo, y antecedentes familiares) y modificables. Los factores modificables, sobre los que sí se puede actuar, son la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol elevado, la obesidad y el sedentarismo como los más relevantes en nuestra sociedad actual.

Dieta rica y variada con limitación de la sal y el azúcar

Con el fin de mantener el corazón y las arterias sanas, desde Semergen recomiendan realizar una alimentación cardiosaludable rica y muy variada en verduras, hortalizas, cereales, frutas, pescado, carnes magras, aceite de oliva y productos lácteos desnatados, pero a su vez, limitando la sal, azúcares y bebidas alcohólicas.

También es recomendable realizar ejercicio físico aeróbico como caminar, correr, nadar, 45 minutos cada día, al menos 5 días a la semana. No fumar y si uno ya es fumador, abandonarlo con la ayuda de su médico de Familia. También hay que insistir en que el paciente debe mantenerse en el peso ideal.

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