La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) han hecho un llamamiento a
impulsar el liderazgo de los profesionales de su especialidad en la prevención de las
enfermedades cardiovasculares y el control de los
factores de riesgo.
Las tres sociedades científicas han subrayado que los profesionales de Medicina Familiar y Atención Primaria pueden tener un “papel fundamental” en la prevención de este tipo de patologías, con especial atención al control de la
acumulación de lípidos en sangre.
En el documento Llamada a la acción en Prevención Secundaria Cardiovascular desde Atención Primaria, dirigido a profesionales, pacientes y administraciones públicas e instituciones sanitarias, SEMG, Semfyc y Semergen han recordado que las enfermedades cardiovasculares
son la primera causa de muerte y hospitalización en España y el mundo.
Concretamente, en 2020 en España las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte con cerca de
120.000 defunciones, un 24,3 por ciento del total, de manera que ocasionaron prácticamente
1 de cada 4 muertes en todo el país. A nivel mundial, se calcula que estas enfermedades ocasionan más de 18 millones de fallecimientos al año.
Las tres entidades han subrayado que dos tercios de las enfermedades cardiovasculares corresponden a enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas, consistentes en la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en el recubrimiento de las paredes de las arterias. Junto con la hipercolesterolemia familiar -un trastorno genético que contribuye a la acumulación de lípidos en sangre-, las enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas están asociadas a una elevada mortalidad y sus costes económicos directos e indirectos muy significativos.
Por ejemplo, se calcula que el coste medio por paciente con enfermedad cardiovascular ateroesclerótica es de 21.115 euros en los dos primeros años de seguimiento. Además, se estima que un
12,8 por ciento de los pacientes requieren baja por incapacidad temporal durante el primer año, y un
10,1 por ciento durante el segundo, lo que redunda en un mayor coste sanitario.
Obstáculos en prevención secundaria
Sin embargo, SEMG, Semfyc y Semergen han asegurado que los profesionales de Atención Primaria se encuentran con diversas
dificultades en el abordaje y prevención de las enfermedades cardiovasculares en el caso de pacientes que ya han sufrido y sobrevivido a un evento cardiovascular como un
infarto o un ictus. Entre otros obstáculos a esta labor de prevención secundaria, señalan que la historia clínica electrónica (HCE)
no es compartida entre centros de Atención Primaria y hospitales en la mayoría de Comunidades Autónomas y entre las distintas autonomías.
También apuntan a la discontinuidad en el seguimiento del paciente por la
falta de protocolos y procesos asistenciales multidisciplinares, la escasez de herramientas informáticas para la identificación y seguimiento de pacientes de riesgo, la falta de concienciación sobre la necesidad de controlar el colesterol LDL, popularmente conocido como “colesterol malo”, y el acceso limitado a la innovación terapéutica, entre otros aspectos.
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