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Primaria, dividida ante la vía 'exprés' a hospitalaria en un SNS sin Muface

Sanidad plantea una derivación directa de pacientes crónicos si la mutualidad desaparece

José Polo, presidente de Semergen; Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de SEMG; Antonio Fernández-Pro, asesor de SEMG; y Esther Nieto, presidenta de Faecap.

20 nov 2024. 18.50H
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Un primer concierto fallido y dos opciones en el aire marcan el futuro del modelo Muface. Por un lado, la mejora de la oferta antes del 4 de diciembre. Por otro, el establecimiento de una prórroga de 9 meses del concierto actual. Esta semana, el Ministerio de Sanidad planteaba la posibilidad de explorar este segundo camino y las consecuencias derivadas de una transición del modelo privado a la prestación de servicios sanitarios por parte del Sistema Nacional de Salud. Para que esto no revierta en colapso de la Atención Primaria, desde el departamento son partidarios de eliminar ese primer filtro asistencial y derivar directamente a los pacientes crónicos de alta complejidad al especialista correspondiente en el hospital. Una decisión, la de modificar los cauces comunes, que ha dividido a los médicos y enfermeras que trabajan en este nivel asistencial.  

La posibilidad de que los pacientes ya diagnosticados en Muface no pasen primero por la puerta de entrada del SNS es vista por José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), como el paso más lógico a seguir, ya que "si se trata de pacientes que tienen ya una indicación de revisión por una de las especialidades hospitalarias, lo más sensato es que estas citaciones sean solicitadas directamente a los correspondientes servicios del hospital".

En la esquina opuesta se situaría la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), cuya presidenta, Pilar Rodríguez Ledo, califica de arriesgado este hipotético escenario por lo que respecta "al valioso papel vertebrador de la Atención Primaria, especialmente en la atención de pacientes crónicos". Para la facultativa, el hecho de ‘saltarse’ el filtro de Medicina de Familia y pasar a control hospitalario "crearía una inequidad con el resto de pacientes, privándoles además del beneficio del papel coordinador de la AP demostrado en términos de morbimortalidad". 


Polo: "Lo más sensato es que estas citaciones sean solicitadas directamente a los correspondientes servicios del hospital"





Para la especialista, saldrían mal parados los pacientes de Muface, "porque se les privaría de esa coordinación que tiene innegables beneficios en términos de salud", y los pacientes del sistema público, porque "cuando tienen necesidades de atención hospitalaria verían sus listas de espera incrementadas con alguien que no se sabría si realmente es el lugar indicado para prestarle la mejor atención sanitaria y seguimiento de su patología es el hospital, privándoles del beneficio de la Atención Primaria”.

Ledo: "Esta situación crearía una diferencia en la que todo el mundo saldría perjudicado"


La principal conclusión de la presidenta de SEMG es que se llevaría a cabo "una inequidad hacia cualquiera de los dos usuarios, en la cual no se tiene en cuenta las necesidades reales de los pacientes, en términos de salud, sino ubicarlos en un lugar asumiendo a priori, que a lo mejor no es el más indicado".

Aumento de las listas de espera hospitalarias

 
Después de no ver con buenos ojos la propuesta realizada por el Ministerio de Sanidad, Antonio Fernández-Pro, expresidente y consejero de la SEMG, señala que la incorporación de más de un millón de funcionarios "aumentaría el número de usuarios atendidos por la Seguridad Social, lo que podría generar presión en centros de salud, hospitales y listas de espera". "Esto no podría ocurrir sin una reorganización de recursos: La transición implicaría redistribuir personal, infraestructuras y presupuestos para absorber a los beneficiarios de Muface en el sistema público".

El consejero de SEMG teme, sin embargo, que una derivación directa de pacientes, aunque restaría carga en Primaria, podría desembocar en un "mayor colapso de las listas de espera hospitalarias". Este escenario podría incluso afectar colateralmente al primer nivel asistencial, en caso de que existan zonas tensionadas de alta demanda asistencial y con plantillas reducidas, ya que si hay que atender a más usuarios se puede colapsar todo aún más". 

Otra piedra que Fernández-Pro encuentra en el camino es la compatibilidad de sistemas entre Muface y la Seguridad Social, ya que operan bajo "normativas, procesos y coberturas distintas. Ajustar estos sistemas podría ser complejo y costoso". El impacto económico en la Seguridad Social es otro de los escenarios sospesados por el facultativo, recordando que "los costes de la atención sanitaria para los funcionarios podrían aumentar el déficit del sistema de Seguridad Social".

Polo: "Existen zonas tensionadas a nivel asistencial que si atienden a más usuarios pueden colapsar todo aún más"


La resistencia de los funcionarios es otro aspecto que preocupa al consejero de SEMG, argumentando que los beneficiarios de Muface "valoran la flexibilidad de elegir entre la sanidad pública y privada. La absorción por la Seguridad Social podría interpretarse como una pérdida de derechos adquiridos". Además, las desigualdades autonómicas que podrán generarse con esta nueva realidad "acentuarían las diferencias en la calidad de la atención sanitaria entre comunidades autónomas, dado que la gestión de la sanidad pública está descentralizada".


Impulso a la Enfermería de prevención


Las enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria también se han hecho eco del cambio que afronta el SNS con el fin paulatino de Muface. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (Faecap), Esther Nieto, apunta a que este cambio "podría mejorar" la prevención y el manejo de enfermedades al asignar enfermeras de referencia a pacientes con enfermedades crónicas. Algo que, hasta ahora, "muchos no tenían garantizado".

De acuerdo con el informe del Ministerio de Sanidad, la incorporación de más de un millón de mutualistas representará un incremento del 2,12 por ciento de la población cubierta por el SNS, con un impacto demográfico concentrado en mayores de 65 años, que requieren mayor atención por parte de estas enfermeras especialistas, en cuanto al seguimiento de enfermedades crónicas, atención a las personas con fragilidad y personas cuidadoras. "La cultura de la prevención y promoción de la Atención Primaria va a tratar de evitar consultas a especialistas no basadas en evidencia científica, y controlaría gastos producidos por problemas de fallos en la adherencia al tratamiento, duplicidades de pruebas diagnósticas o revisiones", asegura Nieto.

Nieto: "Este cambio podría mejorar la prevención y manejo de enfermedades, al asignar enfermeras de referencia a pacientes con enfermedades crónicas"


No obstante, desde la Faecap apuntan que esta "reciente decisión" de integrar a los mutualistas de Muface atendidos por aseguradoras privadas en el SNS "podría alterar el panorama sanitario en España". Este cambio, impulsado por la falta de acuerdo con aseguradoras privadas, "beneficiará a los pacientes" al garantizar un acceso "más integral y continuo" a la atención preventiva y de promoción de la salud. Sin embargo, también plantea "desafíos significativos", particularmente para el rol de las enfermeras de Familiar y Comunitaria.


Posible pérdida de historias clínicas


Estas especialistas señalan que el incremento de pacientes "demandará un aumento de personal y centros de salud", dado que los recursos actuales "son insuficientes para absorber esta carga asistencial". "Además, se teme un incremento en las listas de espera y mayores dificultades organizativas en zonas con mayor densidad de mutualistas, teniendo un escaso trasvase de información clínica de estas mutualistas a las historias clínicas del sistema público de salud. Por lo tanto, habrá que definir esos circuitos de absorción de nuevos usuarios", reconoce.

A pesar de los "desafíos", para Nieto este proceso de transición "si se planifica bien" podría reforzar la Atención Primaria en España, consolidando su papel como eje del sistema sanitario y mejorando la equidad en el acceso a los servicios de salud. "Sin embargo, será esencial dotar a los equipos de recursos suficientes, aumentar las plantillas de Enfermería Familiar y Comunitaria con cupos  de población ajustada para desarrollar las acciones comunitarias y de cuidados para asumir con éxito este reto", concluyen.
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