Practicar al menos 30 minutos de
actividad física al día, sea del tipo que sea, revierte en multitud de
beneficios para la
salud. Así lo muestra el estudio ‘
PURE’, cuyas conclusiones han sido publicadas en
The Lancet: el riesgo de
mortalidad por cualquier causa se reduce en un 28 por ciento.
No solo eso, sino que los beneficios del ejercicio físico no conocen techo: entre aquellos que realizaban más de 750 minutos de
caminar rápido a la semana (150 minutos diarios), ese beneficio se elevaba al 36 por ciento. Ese umbral solo fue alcanzado por el tres por ciento de los sujetos estudiados en su
tiempo de ocio, pero lo logró el 38 por ciento en actividades como
ir al trabajo, estando activo durante la jornada laboral o haciendo tareas del hogar.
Según Salim Yusuf, director del Population Health Research Institute, que ha realizado el estudio: “Si todo el mundo estuviera activo al menos 150 minutos a la semana a lo largo de siete años,
el 8 por ciento de todas las muertes podría prevenirse”.
Dos son las características que distinguen al estudio ‘PURE’: que se ha realizado en países de
ingresos bajos, medios y altos (un total de 17 países: una cohorte de 130.000 personas) y que muestra que los beneficios conseguidos se deben a cualquier tipo de actividad física.
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