La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (
MFyC) no está pasando por sus mejores momentos, y los datos así lo refrendan. En estos últimos dos años la especialidad ha padecido
plazas desiertas en la elección MIR, que, añadiendo a la
sobrecarga asistencial que sufren en la Atención Primaria y al
déficit de recursos humanos y materiales, hace que Familia no sea una de las especialidades más atractivas en la oferta sanitaria. Además, las guardias ‘interminables’ y los horarios laborales ‘lastran’ la recuperación del prestigio de
Medicina de Familia entre los médicos recién graduados que se debatan entre MFyC y otra especialidad, según afirman los residentes.
“Habría que luchar por
regular una serie de horas en las guardias. Turno de mañana, de tarde y de noche, o mediante jornadas de 12 horas. No sé cuál debería ser el punto intermedio... Pero lo que está claro es que no tenemos una batería como la del móvil”, argumenta a
Redacción Médica Elena Collada, vocal MIR de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG) y residente de tercer año en el centro de salud Don Benito Oeste (Extremadura). La razón para plantear turnos en las guardias es por el bien del
descanso del especialista como de la atención que reciba el paciente, según explica Collada: “Quizás acabes la guardia de 12h cansada, pero lo harás menos cansada que con las de 24h. Es muy difícil atender correctamente a un paciente que está con una insuficiencia o que necesita mucha atención cuando llevas 18h de guardia".
Desde la primera línea del
centro de salud, los residentes plasman una serie de recetas con las que creen que la especialidad podría ‘reflotar’ su estatus actual. Y, entre esas medidas, se encuentra la de la modificación de las guardias. “Me parece un exceso hacer
guardias de 24h y esto es una opinión generalizada entre los residentes. Si lo hiciéramos en turnos de 12h estaríamos más descansados y enfocaríamos mejor el aprendizaje médico”, coincide
Ana María Gallegos, residente en el Área Sanitaria de Don Benito Villanueva (Extremadura).
Pero, más allá de las guardias, los
MIR amplían el foco hacia otra serie de
condiciones laborales para mostrar, desde su perspectiva, cómo se puede mejorar la especialidad para hacerla más atractiva para los futuros médicos. Entre otras cuestiones, plantean la necesidad de percibir una buena
remuneración económica, unos buenos
horarios que permitan al especialista poder descansar adecuadamente y unos
contratos laborales más estables. “En cuanto al tipo de contratos que se hacen, muchos son muy cortos que te dan inseguridad e inestabilidad a la hora de desarrollar tu vida”, incide
Javier Pastor, R3 en Extremadura. Además, Pastor señala que la
carga asistencial ‘echa para atrás’ a más de uno: “Cuando yo empecé la residencia había mañanas que veías
70-80 pacientes y llega un momento en el que no puedes atender al paciente de manera correcta, ya que estás tratando de sacar el trabajo adelante como sea. Cuando rotamos por el hospital, se ve claramente que ellos ven entre 15 y 20 pacientes en una mañana, y así, se puede dedicar más tiempo al enfermo”.
Grandes centros con maquinaria actualizada
Otro de los factores que los médicos recién graduados valoran a la hora de elegir la especialidad es la posibilidad de
conciliación familiar y social del futuro especialista. Tanto Collada como Gallegos hacen especial énfasis en esta cuestión, pero sin olvidar en las oportunidades que los diferentes centros asistenciales ofrecen al residente en su
etapa formativa. Una parte importante de la elección del centro reside en cómo de grande sea el complejo, el renombre que tenga en la especialidad y el
material sanitario que disponga. “Depende también de los buenos profesionales que haya, de si te dejan hacer cosas y de lo preparada que salgas”, especifica Collada.
“El tema de la
ecografía es muy atractivo. A la hora de elegir centro de salud todos buscamos que nuestro centro practique la
cirugía menor, la ecografía y que en definitiva haya
equipos modernos y potentes, que eso también es muy importante”, detalla Collada. “Somos el pilar y la base de toda la Medicina. Todo parte y acaba en nosotros. Así que, si no estamos
bien formados a nivel de pruebas que podemos hacer para una correcta derivación a otros compañeros especialistas, cometeremos errores. Es fundamental que se nos forme de manera muy completa durante las
rotaciones, pero también con las analíticas, ecografías o electrocardiografías”, subraya Gallegos.
El programa formativo, ‘base’ para mejorar MFyC
Por otro lado, los residentes apuntan a su
programa formativo. Bien es cierto que
en el caso de Medicina de Familia el POE sigue sin actualizarse desde hace más de 15 años, pero está a la espera de una resolución para su renovación. Ahora, con la anunciada
creación de Medicina de Urgencias y Emergencias, la
actualización del programa formativo ha quedado parado. Momento que los MIR aprovechan para solicitar un POE más “fuerte”. “En las especialidades hospitalarias te venden unos programas formativos muy fuertes y en Familia, pues no. Si tienes el Servicio por el que rotar en tu propia
Unidad Docente, no te dejan irte a otra área. Hay limitaciones. Es como ponernos una losa encima que nos impida ver más allá de nuestra área de docencia”, recalca Collada.
Por lo que contar con planes formativos “más completos” y “sin tantas barreras” la especialidad sería “mucho más atractiva”. Sería, según afirman los residentes, “la base por la que empezar”. Y, entre las posibles medidas, los MIR apuntan a poner un
máximo de rotaciones que se puedan hacer fuera de la Unidad Docente aunque esa rotación se pueda hacer en su propia área.
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