La historia clínica electrónica recoge toda la información de los pacientes en el ámbito sanitario de su comunidad autónoma.
Resultados de pruebas,
citaciones,
diagnósticos,
tratamientos… y también las
apreciaciones subjetivas de los profesionales sanitarios.
Lorenzo Armenteros, tesorero de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, ha hablado con
Redacción Médica para avanzar algunas de las cuestiones que debe contemplar la
historia clínica del futuro para el Sistema Nacional de Salud.
En primer lugar, Armenteros señala las limitaciones a las que se enfrentan los profesionales en la actualidad. Las historias clínicas, pese a que son electrónicas, no son interoperables entre comunidades autónomas, y cada una cuenta con su propio sistema de información. "Una historia clínica electrónica
verdaderamente interoperable y que sirviera para todos los pacientes no solo sería
muy beneficiosa para los pacientes sino también para los profesionales sanitarios, puesto que tendríamos datos mejores y más objetivos para valorar la situación de los pacientes", explica Armenteros.
Una historia clínica electrónica verdaderamente interoperable también sería muy beneficiosa para los profesionales
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No obstante, entre las 'peticiones' de los médicos de Familia, contemplan la posibilidad de que no todos los datos de acceso sean accesibles para todos los profesionales. "Lo que tiene que tener la historia clínica interoperable del futuro son
niveles de acceso. Que a través de sus claves
cada profesional pueda acceder en calidad de médico, de
farmacéutico de oficina de farmacia, como profesional de E
nfermería o como cualquier otro profesional sanitario con necesidad de acceso a unos determinados datos", explica el responsable de la SEMG. "La tecnología permite
encriptar datos para que sean reservados y hacer diferentes tipos de acceso en función de estas necesidades", señala.
Valoraciones subjetivas
Además de los datos objetivos, la historia clínica electónica también contiene valoraciones personales de los médicos. "El hecho de que alguien haga un comentario subjetivo, va plasmado en la historia. Es decir, que la historia refleja
tanto lo que se ve como lo que se piensa", detalla Armenteros. "Pero es una opción que se incluya un determinado acceso a las opiniones subjetivas, que a lo mejor tienen interés para el médico individualmente".
No obstante, aclara que "las apreciaciones personales no suelen afectar al diagnóstico de los pacientes" puesto que las historias "son cada vez mucho más asépticas y se limitan a cumplir con los datos objetivos que son los que aportan valor al proceso diagnóstico". "Los datos subjetivos
solo suelen ser útiles para el propio médico que hace el seguimiento. Pero
se refieren a la relación médico-paciente, no a la relación paciente con todos los profesionales sanitarios".
De ahí que, en la
hisoria clínica en la que ya trabaja Castilla-La Mancha, por ejemplo, se hayan incluido "capas" de visualización de datos, similares a las que está ultilizando actualmente la banca y que además registran los accesos. "La historia electrónica tiene una gran ventaja y es que se puede saber quién ha accedido a un determinado dato. Cuando alguien hace un comentario subjetivo que solo tiene interés para sí mismo tiene sentido que lo pudiera dejar en cierta manera reservado, siempre y cuando no aportara nada para el paciente. De lo contrario, lo lógico, si es beneficioso para el paciente, es que los profesionales pudieran acceder a la información", cuenta.
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