El reparto de
172 millones de euros que el Consejo de Ministros aprobará este martes para que las comunidades autónomas mejoren la deficiente situación de
Atención Primaria deja a los facultativos con un
sabor agridulce. Por un lado, se alegran de que se pongan los problemas del primer nivel asistencial “encima de la mesa” y, por otro, consideran
“absolutamente insuficiente” e “irrisoria” la cantidad a repartir entre las 17 comunidades autónomas. Un montante cuyo destino consideran que al ser escaso debe ir a
mejorar la tecnología para reducir la burocracia y aumentar la
capacidad resolutiva. Ambas medidas van en la misma línea con lo anunciado por el Ministerio de Sanidad.
“172 millones a repartir entre 17 comunidades autónomas es absolutamente insuficiente, es una
cantidad mínima para las necesidades actuales que tiene Atención Primaria. Es muy representativo de lo poco que importa la Atención Primaria a las diferentes autoridades sanitarias. Se aleja mucho de lo que se considera necesario recibir en el primer nivel asistencial, que actualmente ya se acerca al
30 por ciento del presupuesto sanitario de las comunidades autónomas”, reivindica Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Un sentir que comparte Rafael Micó, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). “Esto son medidas que al menos nos ponen en el foco político. Si ponen un presupuesto encima de la mesa es que saben que hay un problema.
La buena voluntad está bien, pero estamos hablando de 40 millones de habitantes y 17 comunidades autónomas.
La cantidad es irrisoria”.
¿Dónde deben ir destinados los 172 millones?
Ante una cantidad tan “escasa”, los médicos optan por
"ser pragmáticos" y que se dedique el dinero a partidas que tengan poco coste y logren agilizar la Atención Primaria. “El dinero debe ir destinado a acciones que mejoren la capacidad resolutiva y la gestión de la demanda. Hay que utilizar
mecanismos que vayan asociados la tecnología y que podamos tener más capacidad de trabajo realmente cívico y preventivo. El objetivo es que con la
ayuda de la tecnología dediquemos menos tiempo a tareas burocráticas. Esto nos ayudará a ejercer nuestro trabajo desde el punto de vista clínico”, resume Armenteros.
“En lo que tenemos en consulta, desde ordenadores hasta las cuestiones más básicas,
mejorarlo ya supondría un detalle. Sería una manera de atender a la gente sin que el ordenador se quede colgado. Lo agradecemos, pero
es insuficiente”, resalta Micó, quien, además, considera que apostar por nuevas tecnologías es clave para
erradicar la actual brecha digital: “Esto ayudaría en muchos aspectos, pero es algo que tiene que estar constantemente actualizándose. Debería formar parte de los presupuestos todos los años”.
Los 172 millones están recogidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno central proyectó para 2022 y se establece que ayudarán a
“mejorar su capacidad resolutiva e impulsar el carácter vertebrador y su papel como agente de salud del paciente en todo el sistema sanitario”.
Además, se establecen acciones que están alineadas con las demandas de los facultativos del primer nivel asistencial. “
Mejorar la accesibilidad en este primer nivel de atención y su capacidad resolutiva, potenciar la atención integral y la salud comunitaria, promover la calidad asistencial y
mejorar las tecnologías de la información y comunicaciones en los servicios de Atención Primaria que sirvan de apoyo directo a la gestión clínica y a la medición de resultados clínicos y en salud”, reza el texto del Gobierno.
Acceso a pruebas diagnósticas
Otro de los aspectos que ayudarían a mejorar la puerta de entrada al sistema sanitario, descentralizando pruebas y reduciendo burocracia, es el aumento de la capacidad resolutiva a través del acceso a pruebas diagnósticas. “Por ejemplo, si el electrocardiograma se puede pasar a ordenador, si puedes hacer una foto a una lesión dérmica o que podamos mandar un fondo de ojo si tenemos dudas,
evita desplazamientos y mejora la gestión del tiempo. Los propios pacientes están pidiendo que se eviten los desplazamientos al hospital”, reclama Micó.
En ese sentido, Armenteros considera que desde Primaria tienen que “trabajar mejor, con más garantías, y reducir todo aquello que sea trabajo intrascendente. Debemos dedicar el dinero a la medicina algoritmizada, tener procesos automatizados para hacerlo mejor y en menos tiempo,
acceso a pruebas diagnósticas sin restricciones y anular el trabajo burocrático y gestoría del hospital que no aporta nada. Se trata de descentralizar, desburocratizar y aumentar la capacidad resolutiva”.
Una mejora en la que
ganan todos. “Si tenemos los medios tecnológicos, gana
el paciente, que evita desplazamientos, y
el profesional, porque está más satisfecho con su trabajo. También es cierto que esto debe ir acompañado de formación y tiempo para saber y poder usar las herramientas”, destaca el vicepresidente de Semergen.
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