Los problemas que arrastra
Medicina de Familia para cubrir sus plazas
vacantes en las convocatorias del MIR han despertado la necesidad de reflexionar sobre nuevas fórmulas para hacer la especialidad más atractiva para los médicos más jóvenes, después de que en los últimos dos años se hayan quedado vacíos
224 puestos. La cifra obliga a mirar las estrategias que ya han desplegado otros países vecinos para hacer frente a este problema común. Sobre la mesa, figuran algunos programas como las
remuneraciones por objetivos que se han afianzado en Portugal.
Este sistema es el resultado de la creación de las denominadas
Unidades de Salud Familiar (USF), unos equipos multidisciplinares de médicos, enfermeras y administrativos que funcionan en tres niveles diferentes de autonomía. Según las últimas cifras del Gobierno de Portugal, actualmente hay
604 operativas en todo el país, lo que permite alcanzar al
65 por ciento de la población.
La meta del Gobierno portugués pasa por seguir ampliando este sistema hasta alcanzar una cobertura del
80 por ciento de la ciudadanía al final de la legislatura. La implantación de 28 nuevas USF permitirá asignar un médico de Familia a más de
30.000 usuarios. Para entonces, más de
8.000 facultativos ejercerán bajo el paraguas de estas unidades.
Carlos Cortés, el presidente de la Orden de los Médicos de Portugal, ha explicado a
Redacción Médica que estas unidades han jugado un rol clave para seducir a los facultativos hasta la especialidad de Familia durante las últimas décadas, fundamentalmente gracias al modelo salarial que ha permitido que esta rama no se quede rezagada. “No funciona con incentivos sino con una planificación en la que
todos los médicos tienen objetivos muy concretos. Si los alcanzan, reciben un
suplemento remunerado”, ha explicado.
El sueldo de un médico de Familia en Portugal
El portavoz de los facultativos ha subrayado que este sistema de remuneración basado en resultados se ve traducido en que un médico de Familia que ejerce en alguna de estas unidades pueda llegar a percibir hasta
el "doble" de salario que otros integrantes de su especialidad que están destinados en otros niveles asistenciales e incluso que los especialistas que ejercen en el ámbito hospitalario. “Hay una gran diferencia en ese aspecto entre Portugal y España”, ha enfatizado.
“La Medicina Familiar se ha desarrollado mucho en los últimos 20 años en un aspecto de formación y de organización de la especialidad.
Se puede decir que es la mayor transformación de nuestro sistema sanitario desde 1979”, ha celebrado Cortés.
Cortés ha explicado que este sistema ha evitado que haya un problema de vacantes para la formación de especialistas en Medicina de Familia como ocurre en España. Sin embargo, el país vecino sí que arrastra otros problemas generalizados en la asistencia sanitaria. El d
éficit de facultativos para ejercer en el conjunto del sistema público de salud, la
falta de competitividad salarial con otros países comunitarios o las dificultades para cubrir zonas como
Lisboa, Arenteiro o Algarve por los precios de la vivienda son hándicaps coyunturales.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.