La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha hecho una llamada de atención sobre la “escasa importancia” que se le da a la migraña, tanto desde el colectivo médico como desde la Administración y la sociedad en general, aprovechando el Día Internacional de Acción contra esta enfermedad.
Mercedes Otero, miembro del Grupo de Enfermedades Neurológicas de la SEMG, ha destacado la necesidad de una mayor sensibilización sobre el tema al seguir estando considerada como una enfermedad “banal y de poca gravedad”.
Ello, pese a que la carga de esta enfermedad sobre la calidad de vida en el 12 por ciento de la población es muy importante. “Cuando sufren sus crisis, no solo se ven incapacitados por la intensidad del dolor en sí, sino también por los síntomas derivados, que van de las náuseas y vómitos a la intolerancia a la luz (fotofobia) y a los ruidos (sonofobia)”.
Desde la SEMG solicitan medidas como la adaptación del puesto de trabajo de los pacientes migrañosos para que puedan desempeñar su labor en las mejores condiciones posibles, tal y como ocurre en otras enfermedades discapacitantes.
Por ejemplo, con una mayor libertad para flexibilizar sus horarios y evitar los cambios de turnos, que pueden provocar el desencadenamiento de una crisis. Esto reduciría las bajas laborales en las personas afectadas, cuyas crisis pueden durar hasta 72 horas, con una frecuencia de entre 1 y 4 al mes.
Los individuos afectados por las migrañas pierden una media de ocho días de trabajo al año, aunque el elemento de mayor pérdida de productividad es la reducción de efectividad de las personas, no el absentismo laboral.
El peligro de la automedicación
Otero alerta de la importancia de estas medidas al tratarse de un desorden crónico episódico cuya mayor prevalencia acontece durante los años de vida más productivos de un individuo, entre los 20 y los 50 años. Está considerada una de las 20 enfermedades más discapacitantes que existen.
La especialista señala que las personas que padecen migraña “no están recibiendo un diagnóstico y un tratamiento adecuado”. La banalización de la enfermedad ha llevado a que “una parte importante de los enfermos no realice consulta médica alguna”, a pesar de que la mayoría sufre dolores de cabeza de grado moderado a severo. “La solución que se emplea es la automedicación, con el consiguiente riesgo de que se convierta en una cefalea crónica diaria”.
La SEMG recomienda al paciente con migraña acudir a su médico de Atención Primaria, que está capacitado para realizar un diagnóstico, poner un tratamiento adecuado y derivarlo al neurólogo en caso de que sea necesario.
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