Familia delega en Sanidad el desembarco seguro de la IA en Primaria

La inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza dentro del mundo de la sanidad, y Medicina de Familia poco a poco va adaptándose a los nuevos cambios que comporta esta tecnología. Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (Semg) se defiende la idea de que el Ministerio de Sanidad, en primera instancia, debe ser el responsable jurídico de todos los datos que pueda generar la inteligencia artificial a la hora de usarse, además de encargarse de supervisar su correcta implementación dentro del ámbito médico. Por otra parte, en el día a día del especialista, se tiene la percepción de que la inteligencia artificial llegará a cambiar la especialidad, aunque ahora mismo abordar la demanda asistencial es el objetivo prioritario.

Integrar todos los avances que ofrece la tecnología a la especialidad es para Carlos Durán, responsable del Grupo de Trabajo de Salud Digital de la SEMG, “una obligación adaptarla a las necesidades diarias de la consulta”. Pese a ello, el especialista reconoce que, en estos momentos, dentro de la Medicina de Familia “cuesta integrar todos estos conocimientos en el día a día, debido a que los especialistas se encuentran en una marea enorme de trabajo y asistencia que no deja respirar”.

José María Almela, médico de Familia del Centro Salud Cieza Oeste, en la Región de Murcia, sigue la estela de Durán, afirmando que “la inteligencia artificial acabará imponiendo la transformación digital de la especialidad, aunque se está utilizando menos de lo deseable”. La principal preocupación por parte de Almela no es modernizar la Atención Primaria, sino que es “sacar la consulta del día a día y la demanda asistencial. Hay compañeros que están de baja o de vacaciones, por lo que primero habría que mejorar la atención del trabajo y luego habrá tiempo para dedicarse a explotar esta transformación digital”.

Almela: "Sacar la consulta del día a día es lo primero, luego habrá tiempo para explotar la transformación digital"

Por lo que respecta a la Atención Primaria, Hans Abdon Eguía, miembro de los Grupos de Trabajo de Nuevas Tecnologías y de Gestión Sanitaria de Semergen, concluye que la inteligencia artificial “se está usando de forma esporádica. No hay algoritmos específicos para ser usados, pese a que muchos médicos y el personal sanitario están ya usando ChatGPT, buscando soluciones y ayuda a diagnósticos y tratamientos”.

Ética y legalidad: ¿Quién es el responsable de la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial acumula todo tipo de datos que después son usados por los diferentes usuarios. Aún no existe una legislación firme al respecto acerca de qué institución o usuario tiene la responsabilidad jurídica sobre el uso de esta información, generando la necesidad de crear un marco ético y legal. “Es necesaria una regulación específica, se está manejando información sensible ligada a historias clínicas. Tal y como ahora se respeta por parte de los especialistas, también se debe aplicar a la inteligencia artificial”, dictamina Durán.

Bajo el punto de vista legislativo, el médico de Familia considera que el Ministerio de Sanidad debe ser el principal responsable a la hora de “asumir cualquier tipo de error, junto con los comités de ética de los hospitales”. El especialista llega a dar un paso más allá y afirma que este debate “debe llevarse a escala europea, por lo que una colaboración internacional en la regulación de estos mecanismos es necesaria. Se deben definir ciertos límites básicos para controlar la tecnología”.

Durán: "El Ministerio de Sanidad y los comités de ética deben de regular el uso de la IA, ya que aún no está establecido quién asumirá las responsabilidades en caso de error"

Desde Semergen también considera al Ministerio de Sanidad responsable en caso de, tal y como afirma Eguía, se “usa la herramienta de manera incorrecta o sin la formación adecuada de su personal. Además, Sanidad tendría que ser responsable si no tiene una supervisión adecuada ni colaboran con capacitación o implementación de la tecnología disponible en inteligencia artificial en el ámbito médico”.

El especialista llega a abrir más el abanico de responsabilidades y pone el foco en los desarrolladores del algoritmo, en caso de que “el problema se debiera a un fallo en la programación o un mal proceso de machine learning”. El paciente es otro de los posibles responsables en caso de “no haber comprendido adecuadamente el consejo brindado”, o incluso el médico, ya que “podría darse que no ha seguido el procedimiento adecuado a lo que dicta las bases científicas de la medicina y siga sólo la recomendación dada por inteligencia artificial”.

Las utilidades de la Inteligencia Artificial en la consulta

La utilidad de la Inteligencia Artificial en la Atención Primaria no tiene fronteras, tal y como reconoce Eguía: “Existe una gran utilidad en la parte de triaje. Si se diseñara un algoritmo para realizar un triaje de los pacientes que acuden con un problema al centro de salud, se podría dar prioridad a los pacientes que precisan de un control preferente a otros que podrían esperar un poco más. Lógicamente este algoritmo debería de ser entrenado adecuadamente para evitar problemas en el triaje”.

Eguía: "El algoritmo debe ser entrenado adecuadamente para evitar problemas en el triaje"

Llegar a realizar predicciones y mejoras en el servicio de los pacientes es otra punta de lanza que defiende el especialista de Semergen: “Si se conoce que el tiempo de espera para un ictus debe disminuirse, con data mining y utilizando esta tecnología se podría representar escenarios donde se evalúe si añadiendo un médico, una enfermera o cambiando el sistema de triaje se podría reducir el tiempo de espera”.

Automatizar ciertas áreas administrativas sería, para Durán, un gran avance a la hora de perfeccionar la Atención Primaria: “Rápidamente se optimizaría la carga laboral en todos los niveles asistenciales, permitiendo que el especialista dedique más tiempo a los pacientes”.