La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG), a través de su Grupo de Trabajo de Patología Respiratoria, ha apuntado hacia la necesidad de ir hacia la búsqueda de la medicina personalizada, conocida actualmente como medicina de precisión, en el abordaje de enfermedades como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (
EPOC) durante la celebración en Toledo de la
XI Jornada Dual Neumológica.
La
medicina de precisión, en el caso de la EPOC o el asma, consistiría en la búsqueda de las características de especificidad que tiene cada paciente para, de este modo, dirigir
el tratamiento basado en las similitudes y
diferencias que tiene, según ha explicado el responsable de Patología Respiratoria de la SEMG,
Juan Antonio Trigueros.
“Un tratamiento puede valer para todo el mundo que tiene una enfermedad, dependiendo del nivel de gravedad, pero ahora nos exigimos el conocimiento de más
variables,
marcadores y
características de la enfermedad que cambian entre los distintos grupos terapéuticos y de pacientes. Una vez que conoces esas variables, puedes elegir un tratamiento más eficaz para un determinado grupo de pacientes y quizás no tan eficaz para otro grupo de pacientes similar, con la misma enfermedad y con el mismo nivel de gravedad, porque tienen otras características.
Aquí la tarea es identificar las variables para poder tener esa información y que haya evidencia detrás”, según Trigueros. Por ejemplo, en EPOC cada vez se van conociendo más datos de distintos grupos, dependiendo de las
agudizaciones (unos agudizan más con una carga de eosinófilos mayor, y responden mejor a los
corticoides) en otros que no, y a estos se les indica solo
broncodilatación.
El perfil de adherencia de cada paciente
En este sentido, hay que conocer las características de tipo biológico, fisiopatológico y clínico que tiene detrás cada biomarcador y un dato preciso “que nosotros podemos conocer y que, en base a ello, elegir el tratamiento y sobre todo comprobar a lo largo del tiempo
cómo se modifica ese biomarcador y, por lo tanto, cómo la enfermedad se estabiliza”. Para ello necesitamos pedir pruebas que muchas veces no se disponen en
Atención Primaria (RNM, TAC o estudios de difusión), pero otras que sí como, por ejemplo, en la analítica, el
sistemático de sangre para ver los eosinófilos, la radiografía de tórax para ver las diferentes lesiones de pulmón, consultar en la historia clínica si es expectorador, valorar el TAI de adhesión a inhaladores, etc. En base a eso vemos el
perfil de adherencia de cada paciente, sin son erráticos, deliberados o involuntarios por mal uso del inhalador, y podemos corregirlo en caso necesario.
En definitiva, se trata de conocer variables para personalizar el tratamiento y luego poder revisar la situación y ver cómo ha cambiado. “Hay que conocer y caracterizar a los pacientes con mucho detalle. No nos vale el ‘café para todos’, sino que hay que intentar conocer lo máximo que podamos. Hay herramientas que están a nuestro alcance, que se sacan de la
propia historia clínica, como, por ejemplo, el consumo de medicación de rescate, la disnea que tiene el paciente, TAI, analíticas, radiografías, electrocardiografía y comorbilidades (insuficiencia cardiaca o fibrilación auricular), y otras que se nos escapan”.
Más potencia científica a las consultas neumológicas
Durante la celebración de la
XI Jornada Dual Neumológica se ha intentado que el médico de familia tome conciencia de que, aunque el tratamiento de la
EPOC y del asma es sencillo, “está a nuestro alcance y se necesita
poco esfuerzo para caracterizar a los pacientes, pensar en determinadas cosas que se nos pueden escapar pero que, con nuestro conocimiento, la precisión terapéutica será mucho más idónea y mejor dirigida a cada paciente y de manera más individualizada”.
Los miembros del
Grupo de Trabajo de Patología Respiratoria de la SEMG lo han trasladado a los médicos asistentes a este encuentro nacional celebrado en Toledo los días 8 y 9 de marzo, para que lo lleven como
mensaje para aplicar en consulta y, dentro de las condiciones de cada uno de los entornos de trabajo, las apliquen en la medida de lo posible, sobre todo en EPOC y en asma, “para dar a las consultas neumológicas más potencia científica, no solamente con la aplicación de las guías, sino con la personalización de las actuaciones”, en palabras de Trigueros.
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