El pasado 28 de abril concluyó el plazo para presentar alegaciones a la consulta pública abierta por parte del Ministerio de Sanidad para
actualizar la cartera de servicios del primer nivel asistencial. Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
Semergen) afirman a este diario que la sociedad médica ha hecho alegaciones en tres direcciones:
igualdad territorial, atención comunitaria y seguridad jurídica.
La sociedad médica ha solicitado, entre otras cuestiones, tener
acceso a las pruebas, controlar su propia agenda y que se estipule por escrito cómo se va a definir la teleconsulta. Pero la actualización de la cartera de servicios debe ser “homogénea”, igual en todo el país, según reivindican en Semergen. “Hemos vuelto a insistir en el tema de las diferencias entre las comunidades autónomas por las desigualdades y por la generación de inequidad en los pacientes y profesionales”, afirman fuentes de la especialidad.
Según datos que manejan en Familia, casi la mitad de los facultativos de la especialidad tiene “dificultades” a la hora de prescribir fármacos, y otro 60 por ciento los tiene para realizar pruebas diagnósticas. Es por ello que la máxima de Familia es llegar a un estadio de
igualdad de condiciones en todas las comunidades autónomas del país. “Si queremos capacidad de resolución, tenemos que ir en la misma línea. Y lo primero es
equidad tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios”, afirman fuentes involucradas en todo el proceso de alegaciones en la especialidad.
Definir la teleconsulta en Primaria
De los tres ámbitos en los que Semergen ha ahondado para conseguir una mejor cartera de servicios en el primer nivel asistencial, hacen especial hincapié en la
definición exacta de lo que debe ser la telemedicina. Abogan por esclarecer y estipular, punto por punto, qué entra en el concepto de la teleconsulta y cómo hay que llevarlo a cabo. “Que digan exactamente en qué consiste. Que se mojen, porque
tendrá que haber una norma para el profesional y el paciente. Tiene que estar muy bien regulado”, recalcan en la sociedad médica.
A su vez, solicitan más interés en este nuevo modelo sanitario: “No se puede decir que es una nueva modalidad no presencial y ya está. Si voy a hacer una interconsulta con Nefrología y el nefrólogo no va a ver al paciente, lo veré yo, pues que definan que eso queda en manos del
médico de Familia. Y si voy a hacer una consulta de Dermatología y tengo que tener una cámara, pues tendré que saber los cuatro conceptos para saber si la lesión es benigna o maligna. Como médico de cabecera me lo tendrán que decir”, reivindican las fuentes de la especialidad.
Homogenizar el servicio de Familia en todo el país
“Por la propia seguridad del paciente tenemos que
homogenizar la cartera y decir, ‘mira, esto va a consistir en telemedicina aquí, llamada telefónica con esto, videollamada en esto otro… ¿El seguimiento del crónico? Pues para estas patologías concreta vale esto’. Es que el abanico es tremendo, pero se puede hacer un mapa más o menos estructurado, teniendo en cuenta la
parte jurídica”, recalcan las fuentes de Semergen. Apuntan a hacer el seguimiento de los resultados de analíticas de manera no presencial y que todo lo que tenga que ver con el manejo de los síntomas presencial, remarcando siempre que “todo eso tiene que ponerse por escrito”.
Por otro lado, el
control de la agenda médica es otra de las peticiones que hace la Medicina Familiar y Comunitaria (
MFyC). Desde Semergen abogan por que los médicos de Familia tengan el control total de sus agendas para que los especialistas puedan
gestionar parte de su trabajo. “Dame autonomía de gestión y hablamos de cómo me organizo, cuánto tiempo dedico a la consulta, cuánto a la comunidad, etc.”, señalan.
Se trata de alegaciones que lo que buscan es homogeneizar la cartera de servicios en todo el territorio estatal. “Siempre hay alguna comunidad autónoma que funciona mejor que la de al lado, y eso no puede ser. La cartera de servicios tiene que ser igual para todos, con el
mismo acceso y mismas oportunidades. Eso es lo primero que debe garantizar el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns)”, critican en la sociedad médica.
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