El Sistema Nacional de Salud (SNS) se refuerza con una
nueva figura para liberar a los médicos de papeleo, como son los
asistentes clínicos. Este rol ya está implantado como una
prueba piloto en el equipo de Atención Primaria Sardenya, de Barcelona ciudad, que cuenta con tres profesionales, entre ellos
Meritxell Ordoñez, que relata su experiencia en este cargo y su visión de cómo ayuda al facultativo en sus tareas.
Las funciones del asistente clínico son, entre otras, "
pedir cita presencial a los pacientes que corresponde, hacer derivaciones a la ambulancia,
estar pendientes del control de diabetes e hipertensión, temas que van surgiendo en el día a día e incluir en la historia las pruebas que los pacientes se puedan hacer en mutuas para que queden registradas en el sistema público", explica Ordoñez en una entrevista a
Redacción Médica.
Ordoñez coincide con el director del EAP Sardenya,
Jaume Sellarès, en que la figura del
asistente clínico libera al médico de "tareas administrativas, pero también tareas clínicas,
que están al límite" de competencias. "Es un trabajo más administrativo que a nivel médico y
hay bastante papeleo", afirma la asistenta clínica, que asume servicios del facultativo como escanear la documentación y subirla al sistema. "Al final el médico tiene un tiempo para estar con el paciente y
a lo mejor no puede estar pendiente de estas pequeñas cosas", añade.
Formación de los asistentes clínicos
Aunque la figura del asistente clínico no está tipificada ni se exige una formación concreta, ya que es un rol que es pionero en el SNS pero
extendido en varios países, hay dudas sobre los conocimientos que se requieren para ocupar este cargo. En el EAP Sardenya
trabajan tres asistentes clínicos que ayudan a un grupo de médicos, cinco para ser exactos, y la prueba piloto consiste en valorar la actividad y desempeño de este grupo con otro conjunto de facultativos que no tienen asistente clínico.
Ordoñez proviene del ámbito sanitario, ya que
se graduó en Psicología y ya tiene nociones de asistente clínico. Ahora continuará su formación con un
curso específico sobre protección de datos, un "aspecto fundamental".
Uno de sus compañeros es administrativo, con más de veinte años de experiencia en el centro de salud, y
el otro es el primero que realizó el curso, y ya lleva más de dos años en el EAP Sardenya.
Respecto a los límites competenciales de que puede y no puede hacer un asistente clínico a diferencia de un administrativo sanitario, figuras que a veces se confunden, Ordoñez remarca que lo más importante es "
tener claro hasta dónde están nuestros límites y sobre todo en todo momento tener cuidado y respeto por los datos de los otros". En ese sentido, sí reconoce que
al principio tenía algo de "incertidumbre" por las diferencias de funciones con el administrativo puro.
Los asistentes clínicos también ayudan al personal de Enfermería y Ordoñez considera que
los resultados preliminares de la prueba piloto "son positivos. Quitamos trabajo administrativo y papeleo a los facultativos y
ellos están más centrados a nivel médico", indica. "Es una figura que podría estar
perfectamente extendida en el sistema público y que cada vez podríamos llegar a tener más funciones", sentencia.
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