Los
vértigos son un motivo de
consulta frecuente, tanto en Atención Primaria como en Urgencias y, aunque la mayoría de las veces no es grave, “resulta
muy incapacitante y puede mermar mucho la calidad de la vida de la persona que lo sufre”, según ha señalado el responsable del Grupo de Trabajo de Otorrinolaringología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), con motivo de la celebración de su Congreso Nacional del 7 al 11 de junio en Bilbao.
El
XXVIII Congreso Nacional de Medicina General y de Familia ha incluido dentro de su programa científico una
actualización de las
enfermedades y patologías más frecuentes, como es el caso de los vértigos, cuya incidencia aumenta entre las
personas mayores, “pero puede afectar a mujeres y hombres de cualquier edad, e incluso a niños”, ha informado Manuel Mozota Núñez.
El responsable del Grupo de Trabajo de Otorrinolaringología de la SEMG ha enumerado las
diferencias entre el vértigo periférico y el central. El vértigo periférico se debe por una alteración en las estructuras del oído interno que controlan el equilibrio que es el s
istema vestibular o del nervio vestibular que conecta con el cerebro. Se trata del tipo más común, comprende entre el
85 y el 90 por ciento de los casos de vértigo y se distingue por un inicio brusco y sus síntomas suelen ser intensos, aumentando con el movimiento de la cabeza o el cambio de postura. La
clínica más frecuente sería la presencia de nistagmo, mareo, sudoración, náuseas, vómitos, taquicardia, perdida del equilibrio y en ocasiones acúfenos.
Por otro lado, el vértigo central se debería a una alteración del cerebro, por lo que no está relacionado con los movimientos de la cabeza o con los cambios de postura. Sus síntomas suelen ser de menor intensidad y aparecer y evolucionar de manera progresiva. Del mismo modo, Mozota recuerda que se puede acompañar de
síntomas neurológicos como la diplopía, la ataxia, parálisis facial y disartria entre otros.
Prevalencia e incidencia del vértigo
Conocer las personas que se ven afectadas por los vértigos “es complicado”, según Mozota. Los resultados de un estudio publicado en la revista
Archives of Internal Medicine sugieren que los mareos y el vértigo son frecuentes en la población, con una prevalencia de 23 por ciento y una incidencia aproximada del 3 por ciento. Los diagnósticos más frecuentes fueron
vértigo posicional paroxístico benigno (28,2 por ciento) y migraña vestibular (28,2 por ciento), seguidos de enfermedad de Ménière (13,8 por ciento), trastornos de origen vascular (5,7 por ciento), mareo subjetivo crónico (4,6 por ciento) y neuritis vestibular (4 por ciento).
En general, “la mayoría de los problemas que afectan al sistema vestibular suelen tener una
causa benigna y evolucionar de manera favorable, aunque durante la fase aguda de los episodios, y según el tipo de vértigo, existen fármacos que pueden ayudar a mitigar los síntomas”, en palabras del experto de la SEMG.
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