Implantar la figura del asistente clínico en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) y, por tanto,
dotar de esta figura a cada médico de Familia costará 505 millones de euros al año. La ratio con la que se trabaja en las pruebas piloto es de
tres profesionales por cada cinco facultativos, y en España hay un total de
43.000 médicos de Familia, según los datos más recientes publicados por el Ministerio de Sanidad.
Así, para mantener esa misma ratio en todo el SNS haría falta un total de
25.800 asistentes clínicos, cuyo sueldo podría ser parecido al que tienen actualmente los
administrativos sanitarios, en torno a unos 1.400 euros brutos al mes y 14 pagas. No obstante, al ser una
figura nueva en el sistema sanitario y como trabajadores públicos deberían negociar sus condiciones laborales y retributivas en las mesas de negociación pertinentes, con una categoría nueva si se considera oportuno, tablas salariales, complementos y dirección por objetivos.
Es el director del Equipo de Atención Primaria Sardenya (Barcelona),
Jaume Sellarès, e
impulsor de la prueba piloto con el asistente clínico quien da las cifras de las ratios y explica todos los supuestos que se deberían determinar en caso de implantar esta figura en el SNS. No así el sueldo, que asegura que "es muy difícil de calcular", y
pone en valor al personal administrativo sanitario, profesionales "expertos". Su retribución ha sido estimada por las últimas informaciones publicadas por este periódico y con ella el cálculo de
cuánto costaría contratar a asistentes clínicos para toda la Atención Primaria del SNS.
Administrativos reconvertidos en asistentes
La fórmula que propone Sellarès es que los administrativos sanitarios
se reconviertan en asistentes clínicos. "Lo razonable sería reducir, si no todos, una buena parte de los administrativos y que ejercieran como esta nueva figura. Se
tiene que analizar bien y ver cómo se puede implantar", asegura, haciendo hincapié en el contexto de falta de profesionales médicos.
En cuanto a las funciones y competencias del asistente clínico, el director del EAP Sardenya y médico de Familia sostiene que es una figura nueva que
no se debe confundir con el administrador sanitario, porque la principal diferencia es que
el primero tiene acceso a la historia clínica y el segundo no.
Sellarès remarca sobre los problemas legales que puede suponer el acceso a la historia clínica por parte de personal no sanitario que el asistente clínico que su actividad está regulada por la
Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. Esta normativa establece que la
delegación de funciones por parte del médico o enfermera al asistente clínico debe cumplir unos criterios determinados. El primero es que
la delegación es personal, no a un colectivo;
son tareas protocolizadas, y, tercero,
la responsabilidad continúa siendo de la persona que delega la acción.
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