El ministerio de Sanidad ha elaborado junto con más de nueve sociedades científicas un
documento de consenso sobre el manejo de la viruela del mono en pacientes ambulatorios, con el objetivo de aportar información adicional sobre la gestión clínica de casos de viruela del mono en el Sistema Nacional de Salud.
Además, para facilitar el acceso a la información sobre manejo en cada ámbito asistencial se han elaborado documentos específicos para pacientes ambulatorio, hospitalizados, pediátricos y embarazada, así como el protocolo a seguir en los
casos leves o moderados detectados en Atención Primaria.
Entre las pautas genéricas, que deben adaptarse a las características individuales de cada paciente, se diferencian cinco
escenarios que pueden producirse derivados de la viruela del mono (
fiebre, dolor, prurito, ansiedad y el tratamiento antibiótico sistémico) y cuyas situaciones deben manejarse a través de diez fármacos.
Viruela del mono: paracetamol e ibuprofeno para tratar fiebre y dolores
En el caso de que el paciente muestre fiebre, el médico deberá recetar
paracetamol de 1g para ser administrado cada seis u ocho horas. Si el paciente muestra dolor, entre los tres fármacos aconsejables para disminuirlo, además del paracetamol también se señala
el ibuprofeno y tramadol. La administración de este último no podrá superar un máximo de 400 mg al día.
El cuarto fármaco recomendado por parte de Sanidad y sociedades científicas es
loratadina ó hidroxicina. Ambos aconsejables para casos de prurito y que deben administrarse cada 24 horas. Mientras que, en el caso de la ansiedad, la recomendación principal es el
diazepam, simpre y cuando su toma tenga un máximo de una semana.
Los otros cinco fármacos que figuran en el documento son para tratamiénto antibiótico de elección, donde se aconsejan la siguiente medicación:
cefadroxilo oral, cefalexina y cloxacilina oral (con el estómago vacío). En estos casos, también se aconseja que se realice una evaluación al tercer día, y si no se observa una buena evolución, prolongar el tratamiento a 10 días.
Por último, en cuanto a los fármacos aconsejables en los tratamientos alternativos, como aquellos proporcionados por alergia a penicilinas o sospecha de SARM, destacan dos:
clindamicina y trimetoprim/ sulfametoxazol oral. Además, también se añaden una serie de
medidas no farmacológicas para su prevención como lavarse las manos con regularidad, usar ropa amplia o evitar contacto con las lesiones.
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