Con cinco preguntas sencillas y un medidor de bajo costo del flujo espiratorio máximo (PEF, por sus siglas en inglés), los médicos de Atención Primaria pueden ser capaces de diagnosticar a muchos más pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), según un nuevo estudio publicado en la edición digital de American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Los estudios de seguimiento de este enfoque ayudarán a establecer si la identificación temprana y el tratamiento de las personas con EPOC mejorarán la calidad de vida y los resultados de salud. Según el Instituto Nacional del Corazón, el Pulmón y la Sangre (Nhlbi, por sus siglas en inglés), más de 12 millones de estadounidenses son diagnosticados con EPOC, la tercera causa principal de muerte en el país, y se estima que otros 12 millones tienen la enfermedad pero no han sido diagnosticados.
"Los investigadores crearon y probaron una sencilla herramienta que puede ayudar a los médicos a mejorar el cuidado identificando a las personas que tienen EPOC, pero no lo saben", dice el doctor James Kiley, director de la División de Enfermedades Pulmonares en Nhlbi. "La esperanza es que mediante la búsqueda de las personas con EPOC en una etapa más temprana de la enfermedad, se les podría ofrecer tratamientos que puedan mejorar su enfermedad", añade.
En 'Un nuevo enfoque para la identificación de pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica no diagnosticada', el autor principal, Fernando J. Martínez, jefe de la División de Medicina Pulmonar y Cuidados Críticos en el Weill Cornell Medical College, en Estados Unidos, y sus colegas informan de los resultados del nuevo método que desarrollaron.
"Está destinado para su uso en un entorno de Atención Primaria para ayudar a identificar a los pacientes con EPOC, de intensidad lo suficientemente importante como para justificar la terapia con agentes disponibles en la actualidad", explican.
En la primera etapa, los pacientes completan una evaluación de la EPOC en atención primaria para identificar el riesgo de enfermedad respiratoria no diagnosticada y exacerbación (Capturetm). Escritas de manera sencilla, estas cinco preguntas evalúan la exposición al humo y a la contaminación, los problemas respiratorios, la facilidad con la que se cansa el paciente y el número de patologías respiratorias agudas.
Aquellos cuyas respuestas indican que están en alto riesgo de síntomas de EPOC o exacerbaciones son derivados directamente a someterse a pruebas diagnósticas definitivas, mientras que los individuos cuyas respuestas indican síntomas mínimos de riesgo y/o exacerbaciones necesitan más evaluaciones.
Los pacientes cuyas respuestas los ubican en la gama media en cuanto al riesgo realizan una sencilla prueba de PEF durante su visita, de forma que los hombres que exhalan menos de 350 litros/minuto y las mujeres que exhalan menos de 250 litros/minuto se derivan a una prueba definitiva.
Un enfoque con elevada sensibilidad y especificidad
En su estudio de casos y controles de 346 hombres y mujeres (con un promedio de 63 años de edad), los investigadores encontraron que el 52 por ciento de los sujetos requirió una PEF para determinar si era necesario realizarle nuevas pruebas de diagnóstico.
Los autores informan que el cuestionario más PEF proporcionaban un alto índice de sensibilidad (89,7 por ciento) y especificidad (78,1 por ciento) de los casos frente a los controles, incluyendo aquellos con EPOC leve. La sensibilidad fue similar pero la especificidad aumentó al 93,1 por ciento cuando se compararon los casos con los controles sin EPOC.
El doctor Martínez atribuye los prometedores resultados de este estudio inicial a las aportaciones de los pacientes y colaboradores de Atención Primaria desde el comienzo del proceso de desarrollo. "Los médicos de cabecera fueron enfáticos: no podía ser un cuestionario largo y complicado, y no podíamos incluir adelantar complejas pruebas de función pulmonar", relata.
A partir de 44 preguntas posibles, los pacientes que estaban viviendo con EPOC, recientemente diagnosticada, o considerados en riesgo de desarrollar la enfermedad ayudaron a los investigadores a escoger las cinco mejores cuestiones y proporcionaron información clave para su redacción.
Las cinco preguntas finales son: ¿ha vivido o trabajado en un lugar con aire sucio o contaminado, humo, humo de segunda mano o polvo?; ¿cambia su respiración con las estaciones, el clima o la calidad del aire?; ¿su respiración dificulta hacer cosas tales como llevar cargas pesadas, cavar tierra o nieve con una pala, correr, jugar al tenis o nadar?; en comparación con otros de su edad, ¿se cansa fácilmente?; y en los últimos 12 meses, ¿cuántas veces se ausenta del trabajo, la escuela u otras actividades por un resfriado, bronquitis o neumonía?
Los autores hacen hincapié en que el enfoque es para la búsqueda de casos, en lugar de un diagnóstico o cribado, y antes de que se recomiende ampliamente la aplicación de Capturetm más PEF, debe validarse en un estudio prospectivo de gran tamaño en una amplia gama de entornos de Atención Primaria.
Se han propuesto un estudio de este tipo que incluya aproximadamente a 5.000 pacientes en 75 centros de atención primaria para determinar si Capturetm mejora el diagnóstico de la EPOC, facilita la experiencia clínica en atención primaria y, lo más importante, mejora la atención de la EPOC y la calidad de vida de los pacientes.
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