La pandemia de Covid-19 ha obligado a una
aceleración de la telemedicina, lo que supone un cambio en la relación médico-paciente y que lo que se pensaba que iba a llegar en unos años, ya forma parte del día a día en la asistencia sanitaria. Si bien, esto
es solo el principio. A la telemedicina le siguen
algoritmos que predicen enfermedades, dispositivos para que el propio paciente monitorice sus constantes vitales en casa y app para que el profesional pueda
consultar la historia clínica desde cualquier lugar.
De forma que las consultas de
Atención Primaria pueden convertirse en unos pocos años
en una especie de 'calls centers'. Esto siempre con "peros", ya que, según explican dos expertos a Redacción Médica, la consulta presencial no desaparecerá nunca, puesto que
"la humanización en Medicina no hay que perderla".
No obstante,
la relación del médico-paciente ya ha cambiado, ahora es
simultánea y virtual y en el futuro habrá toda clase de
dispositivos para realizar un seguimiento clínico sin que el paciente tenga que acudir a la consulta. Como Apps para compartir al momento pruebas médicas como las radiografías y poder comentarlas en tiempo real, no solo con el paciente, también con los facultativos del hospital. Es decir,
una "asistencia compartida".
Así lo explica
Francisco Javier Sanz García, coordinador nacional de Nuevas Tecnologías de la
Sociedad Española De Médicos De Atención Primaria (Semergen), aunque no es tan optimista con la llegada de estas consultas del futuro.
"Nos queda un largo camino", dice, para añadir que, aunque se practica la teleconsulta, los centros de salud aún "tienen muchas carencias tecnológicas".
Señala que para que se produzca esta
transformación digital lo primero pasa por sentar las bases de una nueva estructura
en los centros de Atención Primaria. Explica que hay centros de salud con una sola línea de teléfono, por lo que los médicos no pueden llamar a la vez a sus pacientes.
Sanz indica que una vez destinados más recursos se podrá iniciar de verdad el camino hacia las consultas del futuro, en las que se podrá
compartir documentos en tiempo real a través de la nube y desaparecerán las recetas en papel. En ellas, la tecnología "nos hace
ganar tiempo y poder
atender a los pacientes en condiciones".
Equilibrio entre la tecnología y la humanización
Por su parte,
Lorenzo Armenteros, portavoz Covid-19 de la Sociedad Española De Médicos Generales y de Familia (SEMG), manifiesta que las tecnologías citadas que llegarán a las consultas pasan primero por el
seguimiento virtual de las patologías crónicas, que debe estar correctamente estructurado para "que no se nos escape nada". Para ello, el paciente dispondrá de mecanismos, como puede ser un programa de pulsioxímetro, para
medirse en su domicilio y comunicarlo en red al médico.
Después viene el
Big Data, "necesario", para que los médicos dispongan de bases de datos para poder trabajar con los síntomas de los pacientes y el uso de los fármacos
y así poder llegar a un mejor diagnóstico y "conclusiones claras". Armenteros explica que la consulta del futuro es
una "consulta operativa" pero en ningún caso será una "consulta robótica".
Es decir, es aquella que utiliza una gran cantidad de medios telemáticos y evita la consulta presencial, además de ser
"compartida" en tiempo real con los especialistas del hospital con Medicina algoritmizada, pero nunca dejar de ver al paciente y
perder su trato humano.
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