La Sociedad Española de Médicos de Atención Primara (Semergen) ha presentado un estudio en el que se reflejan los consejos a seguir, en materia alimentaria, para reducir los efectos de la gripe y tener una recuperación más rápida.
Lo primero que se debe hacer, según José Manuel Fernández, coordinador del Grupo de Trabajo de Nutrición de la entidad, es incrementar el consumo de líquidos hasta los dos litros diarios, siempre que no exista una contraindicación médica. La ingesta no debe ser solo de agua, se permiten los purés, las sopas, caldos, consomés, zumos e infusiones. De este modo se reponen los líquidos y sales minerales perdidas por el sudor provocado por la fiebre.
Seguidamente, el informe anuncia que es importante tomar alimentos ricos en vitamina C por su poder inmunoestimulante y antioxidante. En este sentido, es recomendable tomar naranjas, kiwis, verduras de hoja ancha y zumos que contengan esta vitamina.
Además, también es necesaria la ingesta de alimentos con vitamina A, por su poder estimulante, y vitamina B, por su esfuerzo sobre el sistema inmune. Estas vitaminas se encuentran en las verduras y los pescados azules y los cereales integrales, las legumbres y la ternera.
Asimismo, es conveniente tomar alimentos ricos en zinc, presente en los huevos, las hortalizas y verduras como el apio o los espárragos. Por último, según la dieta de Fernández, la ingesta de antitérmicos puede ir acompañada de un vaso caliente de leche con miel, siempre y cuando no exista diarrea ni intolerancias o alergias a la lactosa.
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