La utilización de
programas informáticos basados en la inteligencia artificial puede marcar un antes y un después en la Medicina de Familia, aunque en la especialidad piden tener claros los objetivos para su implementación. El
Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) lleva cinco años usando un programa de inteligencia artificial para hacer el seguimiento de las
bajas por incapacidad temporal (IT), pero desde el primer nivel asistencial solicitan incorporar
parámetros médicos para hacer un buen uso de dicho programa, puesto que, señalan, el programa del INSS no los tiene en cuenta.
Seguridad Social atiende a factores como la edad, el género, el lugar de residencia, el historial de bajas y los datos personales del trabajador. Quedan fuera las
variables médicas, según cuentan en
Medicina de Familia. “Si el programa no está bien entrenado, no lo contabiliza. Si le digo que me cuente la cantidad de pacientes que están de baja por migraña, les da un número. Pero, ¿qué pasa si en vez de migraña la baja es por dolor de cabeza? Que no lo cuenta”, apunta
Hans Eguía, miembro del Grupo de Trabajo de Innovación en Salud de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
Semergen).
Durán: "No es lo mismo una baja por salud mental que por un proceso quirúrgico"
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Una de las consecuencias de no incorporar las variables médicas en este tipo de programas es que no se atenderá a la patología del trabajador que se encuentre en una situación de
incapacidad temporal: “No es lo mismo una baja por salud mental que por un proceso quirúrgico, una gastroenteritis o un síndrome catarral”, indica
Carlos Durán, responsable del Grupo de Trabajo de Salud Digital de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG).
Medicina de Familia apunta al Reino Unido para elaborar un programa informático bueno, cumpliendo con los principios que el
marco normativo y ético británico brinda. “Hay una guía en Reino Unido que detalla algunos puntos que no podemos marginar. Estas herramientas se tienen que regir por la
transparencia, equidad, uso responsable, protección de privacidad de los pacientes, la seguridad y sostenibilidad”, detalla Durán. Desde la especialidad aseguran que cuando se cumpla el código deontológico y legal, tendrían que sentarse a pensar “qué otros usos” podría darse a este tipo de programas de inteligencia artificial, pero, apuntan, “
sin desconfiar del paciente”. Optan por incorporar toda la ayuda que tengan a disposición para
Inteligencia artificial para mejorar la labor diaria en AP
En el primer nivel asistencial solicitan redirigir el programa de seguimiento de las bajas IT para ayudar a los centros de salud en general y a los médicos de cabecera en particular. Piden, en definitiva, que se deje de utilizar este tipo de herramientas para ‘cazar’ “fraudes” y utilizarlo para
agilizar el trabajo del facultativo. Durán comenta a este diario una vía alternativa explorable con herramientas como estas: “Pueden facilitar la vida en el día a día de las consultas para el
registro y la gestión de los datos. Tenemos mucha información que seguimos sin poder procesar, como la
historia clínica. Si utilizamos esto para agilizar el registro de datos,
programar ciertos tratamientos y citas, probablemente podríamos ser un poco más eficientes, en lugar de desarrollar programas para ver si nos hacen fraude a la hora de intentar alargar una
baja IT”.
Eguía: "Sería muy útil redirigir esta IA para facilitar el trabajo del médico de Familia"
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Es por ello que en la especialidad apuestan por usar programas de inteligencia artificial en favor del sistema, de los profesionales y de los pacientes. Semergen coincide a la hora de requerir a la Administración que el uso de este tipo de programas sea para apoyar al médico en su jornada laboral en el
centro de salud. “Sería una cosa espectacular porque nos
ahorraría mucho tiempo tanto a nosotros como a los pacientes. Sería muy útil”, afirma Hans Eguía. Ambos especialistas recalcan cómo facilitaría este tipo de software la labor diaria que realizan en sus consultas: “Si desarrollamos una inteligencia artificial que recoge lo que yo estoy hablando con el paciente y me hace una nota informativa, yo como médico puedo
ahorrar los diez minutos que utilizaría para escribirla”.
Optan por incorporar toda la ayuda a su disposición para mejorar la productividad de la Medicina de Familia, siempre y cuando se haga un uso adecuado y responsable de las diferentes herramientas. Que la
baja IT se considere un factor inamovible de la jornada laboral del
médico de cabecera, hace que el propio facultativo dedique el
tiempo médico a administrar ese tipo de solicitud. Por ello, aseguran que un buen programa de inteligencia artificial con las variables adecuadas hará la función correcta y ayudará a la especialidad a fortalecer su productividad.
Confianza para un buen diagnóstico médico
“No podemos partir de que los pacientes nos engañan. Una base primordial en la Medicina es la
confianza en la relación médico-paciente. Si a todos mis pacientes les atiendo pensando que me están engañando, voy a
errar mucho en el diagnóstico”, argumenta Durán. Los facultativos de Familia recalcan que cada paciente es diferente, por lo que la respuesta que su organismo de a los tratamientos es distinto. Añaden, a su vez, que la evolución del enfermo es diversa, puesto que, en un caso de apendicitis, por ejemplo, un trabajador puede reincorporarse en un mes mientras que otro puede tardar todo un año. “Una herramienta no puede sustituir en ningún momento la
atención del profesional sanitario”, afirman.
Además, los médicos generalistas inciden en que reciben “muchas propuestas de alta” todos los días. Algunas de esas las tienen en cuenta, y en otras, llaman al paciente, lo valoran, exploran, y después deciden si consideran que tienen que darle el alta o alargar su baja IT. “Lo que no puede ser es que a toda propuesta le demos el alta”, incide Durán.
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