Un estudio elaborado por la Sociedad Catalana de
Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) y la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (Aificc) concluye que la mayor
autonomía de los equipos de
Atención Primaria influye en un aumento de su capacidad resolutiva”.
Se ha realizado a través de encuestas a profesionales que representan los diferentes modelos de gestión de Cataluña: los que dependen del
Instituto Catalán de Salud (ICS), de un
consorcio público (CP), de uno que gestiona también hospital, de
entidades de base asociativa (EBA), y un modelo de gestión privado.
Autonomía de la gestión
“Hemos observado que hay respuestas más favorables en autonomía de gestión, resolución, accesibilidad y compromiso por parte de trabajadores de las EBA y los CP”, explica
Xavier Bayona, médico de Familia e
investigador principal del estudio.
“De hecho, tanto las EBA como los CP gestionan equipos de Atención Primaria de forma independiente de los hospitales y, sin dejar de relacionarse con centros de referencia de segundo o tercer nivel, su capacidad resolutiva y de autogestión
es posible que se produzcan por la mayor autonomía de decisión de sus equipos y profesionales”.
Gestión de la propia agenda
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En los consorcios públicos, las enfermeras hacían mayor prevención y promoción de la salud
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El 79,1 por ciento de los profesionales de las EBA decían tener
mayores facilidades para la organización y, un 76,1 por ciento, más reconocimiento de las habilidades profesionales.
Respecto a la accesibilidad de los pacientes, el 83,9 por ciento de profesionales de las EBA tenían
menos demora para realizar una visita en menos de 72 horas. Además, el 83,9 por ciento tenían mayor posibilidad de autonomía, y el 87,5 por ciento, de gestión de la propia agenda.
Libre acceso a pruebas diagnósticas
Los profesionales de los consorcios públicos (54,2 por ciento) y de las EBA (55,4 por ciento) tenían un alto grado de libre acceso a pruebas diagnósticas. En los consorcios públicos es donde las
enfermeras hacían una mayor prevención y promoción de la salud.
El 98,5 por ciento de las EBA tenían capacidad real de gestionar su presupuesto y, un 95,6 por ciento, de contratar a su personal.
En total fueron 1.474 respuestas (un 78 por ciento de ellas, de mujeres). El 48,1 por ciento eran médicos, y el 41,9 por ciento, enfermeras. El 71 por ciento tenía contrato fijo y una media de 19 años de experiencia laboral. El 70,7 por ciento trabajaba en el ICS.
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