Entre un 15 y un 35 por ciento de la población española
duerme poco o mal. El insomnio no es una enfermedad como tal pero puede causar
problemas fisiológicos y un descenso más que notable en la
calidad de vida.
Fernando Gonçalves destaca la necesidad de individualizar el tratamiento del insomnio.
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Un 20 por ciento de los que padecen insomnio se
automedica y solo acuden al médico cuando el problema se ha cronificado y es más difícil de contener. Por eso,
Fernando Gonçalves, miembro del Grupo de Salud Mental de
SEMG, advierte de que hay que conocer primero el trastorno y
diagnosticarlo, y elegir un tratamiento, en la mayoría de las veces, no farmacológico.
“La pastilla casi nunca es la mejor solucion en los trastornos del sueño”, explica en el marco del
XXV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, que se celebra estos días en Valencia. “El sueño no se soluciona a base de pastillas”.
Los malos hábitos del sueño (ver
televisión y utilizar
pantallas móviles hasta altas horas, por ejemplo) son causantes de buena parte del insomnio y su tratamiento con medicamentos está contraindicado.
Insomnio crónico y síndrome de piernas inquietas
De la gente que padece problemas del sueño, hay un 10 por ciento que presenta
insomnio crónico. De esta población, la mitad se debe al
síndrome de piernas inquietas que, junto con el
síndrome de apnea e hipopnea del sueño son las patologías más frecuentes causantes de estos trastornos.
Se trata de enfermedades frecuentes y perfectamente tratables. En el caso de las piernas inquietas, se trata de cuadros
infradiagnosticados e infratratados que “tienen fácil solución” con medicamentos no costosos.
Los hipnóticos, contraindicados
En el caso del síndrome de apnea e hipopnea del sueño, suele ser una consecuencia de otros problemas como la
obesidad y tiene efectos fisiológicos (en la presión arterial, frecuencia cardiaca, etc.) que pueden llegar a ser graves.
En este caso, el tratamiento se produce con medios físicos, el conocido como CPAP. Pero advierte del riesgo de la automedicación y el diagnóstico no correcto: “En estas personas,
los medicamentos hipnóticos están contraindicados”.
Temperatura de la habitación favorable al sueño
Gonçalves incide en que el médico debe conocer correctamente las causas del trastorno del sueño para poder tratar en consecuencia.
En general, si no hay detrás una patología como las mencionadas (u otras más graves, como el
insomnio fatal familiar, cuando personas de una familia a partir de los 40-45 años dejan de dormir, con gran mortalidad a corto plazo), se puede tratar con buenos hábitos, como la temperatura de la habitación: entre 16 y 18 grados, no más.
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