La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG) aprovecha la celebración del Día Mundial de la Salud Mental este 10 de octubre para
reivindicar la
plena aceptación social de las
enfermedades mentales. Hay que
evitar “que conlleven
estigmatización o demérito alguno para el desarrollo del sujeto que la padece en la sociedad en que desenvuelve su vida cotidiana”, según el responsable de Salud Mental de la SEMG,
Fernando Gonçalves, quien ha asegurado que “hay suficientes medios para el diagnóstico y el tratamiento" en Atención Primaria, pero necesitan más tiempo en consulta.
La
mejor forma de luchar contra el
estigma y el
tabú que aún representa la enfermedad mental es mediante la
normalización y el
conocimiento. Es decir, “con la
aceptación de que es
una patología más de las muchas que sufre, o puede sufrir, cualquier ser humano a lo largo de su existencia, al igual que cualquier otro tipo de enfermedad”, recuerda el experto.
A ello, según el Gonçalves, puede ayudar un cierto grado de “externalización” de la propia patología cuando de ella se habla. Por ejemplo, “un paciente puede ‘tener’ una
hipertensión arterial y, sin embargo, cuando hablamos de enfermedad mental solemos decir que ‘es’ y no que ‘tiene’. En este sentido, debemos decir que un paciente tiene una
depresión, y no
que es un depresivo; tiene una
esquizofrenia, y no que es un
esquizofrénico”.
Piden más tiempo en consulta
“
Dotar a sus médicos del
tiempo necesario y
suficiente de consulta con
cada paciente, para que puedan llevar a cabo su labor con profesionalidad, sin el agobio siempre presente de sus prisas, por la masificación de las consultas”, es prioritario para un correcto abordaje de la enfermedad mental desde Atención Primaria. Es decir, “hay
suficientes medios para el
diagnóstico y el
tratamiento desde el
primer nivel, si exceptuamos el tema del
tiempo escaso que se puede dedicar a cada paciente”, recalca Fernando Gonçalves.
Tanto en Atención Primaria, como en otros niveles asistenciales, la
formación continuada debe ser la norma exigible a sus profesionales, “puesto que ello conlleva la
detección precoz de los casos y su
pronta estabilización, e incluso
cura, por el
tratamiento correspondiente”, según el responsable de Salud Mental de la SEMG.
Entre las enfermedades mentales más habituales -en cuanto a incidencia, prevalencia y mortalidad en nuestro país- se encuentran los
trastornos afectivos, es decir, las
depresiones, seguidos de los
trastornos de personalidad y los de
ansiedad, y la
patología dual. En cuanto a
mortalidad, a través del
suicidio, sin duda alguna, lo son las
depresiones, seguidas de los
trastornos límite de la personalidad, el
abuso de sustancias y la
esquizofrenia u otros
cuadros psicóticos.
En el Día Mundial de la Salud Mental el experto también reivindica que,
cualquier familia en la que uno de sus miembros padezca una enfermedad mental, “sea
informada seriamente de ella para así adquirir el conocimiento suficiente de sus necesidades y sus riesgos, dependiendo de la patología de la que se trate. Y, sobre todo, tener conocimiento con absoluta claridad de dónde, cómo y cuándo solicitar ayuda”.
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