En menos de dos meses se producirá la elección de plazas de Médico Interno Residente y algunas especialidades partirán con la desventaja de ser, por raro que parezca, unas desconocidas para los estudiantes. Entre ellas figura Medicina de Familia, a la que los aspirantes del MIR apenas conocerán tras su paso por la facultad de Medicina.
“De los seis años de carrera, los tres de prácticas estás en un hospital y solo un mes en el centro de salud”, explica Sheila Merino, vocal de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), a Redacción Médica. Merino finalizó hace poco la residencia, actualmente trabaja en el centro de salud de Alameda de Osuna (Madrid), y reconoce que que “la experiencia de residente y la de la facultad no se correlaciona porque la Medicina de Familia está ausente de la universidad, es la gran desconocida”.
Merino reitera que “en tres años de prácticas, que pases solo un mes en Atención Primaria es muy poco”. No obstante, a ella la reafirmó en su interés por la especialidad y “decidir que quieres ver al paciente de una forma más completa”. “Te das cuenta de que el médico de Familia conoce al paciente, desde hace más tiempo, y el abordaje muchas veces no es por una patología concreta sino que se hace una prevención”.
La vocal de SEMG anima a los aspirantes del MIR a que le den una oportunidad a la Primaria: “Se trata al paciente con un enfoque diferente al de las otras especialidades y tiene además muchas salidas profesionales, hay bastante trabajo a día de hoy: centros urbanos, centros rurales, urgencias de un hospital, pediatra en urgencias, etc.”
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