La sobrecarga de trabajo a la que se han sometido los
enfermeros durante la pandemia de Covid-19 ha ahondado en la oportunidad de buscar fórmulas que les ayuden a liberar una parte de su trabajo. Un nicho de mercado que algunas empresas tecnológicas ya se han aventurado a cubrir con la promoción de los
primeros robots hospitalarios, que son capaces de ejecutar algunas de las tareas sin valor añadido de los profesionales sanitarios en los hospitales.
Diligent, una compañía estadounidense especializada en
inteligencia artificial, ha logrado introducir ya su modelo
Moxi en algunos hospitales de su país de origen como el
Mary Washington de Fredericksburg, en el estado de Virginia. En total, tienen
15 dispositivos repartidos ya por todo el país, aunque manejan una previsión de colocar otros 60 más antes de que finalice el año.
La compañía fundada en 2017 por
Andrea Tomaz y Viviana Chu se ha especializado en esta nueva tecnología que está dirigida a reducir las tareas rutinarias de los profesionales de la salud con el objetivo de que focalicen su tiempo en la atención al paciente. Según sus estimaciones Mox
i puede liberar hasta un 30 por ciento del tiempo del personal.
Entre las principales funciones de este robot se encuentra la
entrega de medicamentos para los pacientes, el
transporte de muestras a los laboratorios, la obtención de artículos de
suministro en los hospitales o la distribución de
material sanitario como los equipos de protección individual que se han convertido en un elemento imprescindible durante la crisis sanitaria de la Covid-19.
Moxi cuenta con un brazo robótico
El dispositivo está equipado con
un brazo robótico que le permite realizar todas estas funciones,
una cara que cambia sus expresiones, un equipo de sensores para aportar seguridad a sus trayectos y un
cajón de seguridad en el que poder transportar cualquier tipo de herramientas o productos sanitarios de una forma adecuada.
Sus desarrolladores lo han ideado con el objetivo de que pueda interactuar en los entornos
“ajetreados de los hospitales”. De esta forma, su sistema de inteligencia social es capaz de
abrir ascensores y puertas por sí mismo, evitar obstáculos como personas u objetos e incluso posar en una fotografía selfie. El sistema de inteligencia artificial permite además que Moxi vaya aprendiendo de su observación de los seres humanos. En un plazo de
12 semanas, ya habrá completado su automatización para dar soporte inmediato al personal de primera línea.
“No todos los días un robot con ojos de corazón se cruza en tu camino en un hospital, pero
los robots pronto serán el estándar de la industria”, han vaticinado desde Diligent.
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