Sala de criopreservación, la dotación que ya pide el hospital del futuro

Las salas de criopreservación se convertirán en unas de las instalaciones clave que marcarán el “futuro” de los hospitales en el Sistema Nacional de Salud (SNS). La implantación de estos módulos capaces de almacenar y gestionar muestras congeladas es uno de los hitos que el sector de la ingeniería vaticina que transformará los centros sanitarios en un momento marcado por la expansión de las acreditaciones de terapias CAR-T.

José Luis Calvo presenta su ponencia sobre fluidos criogénicos en el X Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria.

Este pronóstico ha sido uno de los puntos centrales de la ponencia dirigida a explorar el papel de los fluidos criogénicos en la sanidad en el seno del X Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria que organiza Redacción Médica. El acto cuenta con el auspicio de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), el patrocinio de Carburos Médica y la colaboración del Grupo Empresarial Electromédico (GEE) y Serveo.

El director de Relaciones Institucionales para el Sur de Europa y West África de Carbunos Metálicos, Javier Godoy, ha apuntado en su intervención a que la implantación de estas salas permitirían facilitar tanto la crioconservación como el transporte de diferentes aplicaciones médicas, entre ellas las células CAR-T que se emplean en el tratamiento de ciertos tipos de leucemia o linfoma.

Su puesta en marcha, evitaría que los operarios de un hospital tengan que hacer traslados por el interior de los hospitales con dewars (contenedores criogénicos) que requieren líquidos congeladores como el nitrógeno líquido para mantener la temperatura. “Si lo concentras en un mismo espacio tienes una ventaja importante de control, mantenimiento y ahorro”, ha apuntado durante la jornada.

José Luis Calvo, responsable de Aplicaciones, Alimentación y Criogenia del Sur de Europa en Carburos Metálicos, ha sido el encargado de explicar las particularidades de estas salas que deben incorporar un espacio con controles de seguridad, una zona de trabajo con regulación de temperatura y otra de mantenimiento en la que se dispondrá de fluidos criogénicos en vapor o líquido.

Modelo de una sala de criopreservación de un hospital

José Luis Calvo, responsable de Aplicaciones, Alimentación y Criogenia del Sur de Europa en Carburos Metálicos.

Una de sus grandes ventajas es que son capaces de contar con una alta autonomía en caso de que se produzca un corte de suministro eléctrico ya que pueden mantener la temperatura de las muestras durante al menos una semana. “Si hay un fallo de energía puedes mantener el nivel de los depósitos. Tienes que tener un controlador de los contenedores”, ha apuntado Calvo.

Para poder acometer esta transformación el experto en aplicaciones criogénicas ha apuntado a la importancia de que los hospitales instalen tuberías de vacío para transportar los líquidos criogénicos. A pesar de que su coste es más elevado, su principal ventaja es que no se produce una pérdida de nitrógeno líquido durante el proceso frente a los conductos convencionales y que su diámetro es inferior. “Te da agilidad de respuesta”, ha expresado Calvo.

Las salas de criogenización para la gestión de las terapias CAR-T son la última gran novedad de esta tecnología que ya tiene otras aplicaciones. También se utiliza para almacenar muestras de médula o para activar cámaras de recuperación muscular que mejoren el tratamiento de los pacientes oncológicos, aunque su uso no se ha generalizado en España. El papel de los líquidos criogénicos en la industria farmacéutica e incluso en la limpieza de las cocinas hospitalarias son otras de las claves que tienen una incidencia sobre la realidad sanitaria.

Javier Godoy, director de Relaciones Institucionales para el Sur de Europa y West África de Carburos Metálicos.