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Patentan un implante protésico que reconstruye las fracturas más fácilmente

El diseño de los expertos de la Universidad de Valencia se está utilizando en prótesis de cadera, rodilla, codo y hombro

Ha sido desarrollado por expertos de la Universidad de Valencia y la Politécnica.

06 oct 2017. 11.50H
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POR REDACCIÓN
La Universidad de Valencia y la Politécnica de esta misma ciudad han patentado un implante protésico que mejora la seguridad y facilita la intervención quirúrgica. El diseño, impulsado por Antonio Silvestre, uno de sus profesores y también jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico de Valencia, se está utilizando para prótesis de cadera, rodilla, codo y hombro, y también es utilizable en clavos para reconstrucción de fracturas o en vástagos para prótesis externa tras amputación.

El implante destaca por su novedoso diseño, compuesto por varios módulos expansibles, fabricados con polímeros que se insertan con holgura en el hueso, lo que facilita tanto su implantación como la extracción. Además, por su geometría, puede personalizarse o adaptarse a las necesidades de cada paciente, destaca la Universidad de Valencia en un comunicado. “Con la técnica desarrollada, estos procesos son menos traumáticos, aportan al cirujano mayor control sobre la operación, con lo que esperamos influir de forma positiva en la recuperación del paciente”, asegura Silvestre.

La mayoría de implantes actuales se componen de una única pieza que se inserta en el canal medular por percusión (press-fit o encaje a presión) a martillazos. Se trata de un proceso traumático que, en algunas ocasiones, produce el estallido del hueso. Además, la rigidez de estos implantes provoca la pérdida de tejido óseo (osteoporosis por desuso) y cuando es necesario retirar un implante osteointegrado, en más del 50 por ciento de los casos hay que recurrir a una fractura controlada (osteotomía ampliada).

“El sistema que hemos ideado reduce los principales inconvenientes de los implantes actuales: se inserta con holgura en el hueso, se pretensa expandiéndose y queda fijado por rozamiento, lo que permite controlar las tensiones en el hueso, lo que es especialmente importante cuando el hueso es de baja calidad”, destaca José Albelda, del Centro de Investigación en Ingeniería Mecánica (CIMM) de la Universidad Politécnica de Valencia. Posteriormente, se produce la osteointegración del implante al hueso, quedando fijado a largo plazo.
Además, al estar fabricado con polímeros “se facilita la retirada del implante reduciendo los riesgos de fractura ósea”, ha indicado el investigador.

Otro de los aspectos fundamentales del implante es su rigidez, similar a la del hueso cortical. De esta forma "se obtienen distribuciones y niveles de tensiones en el hueso implantado más parecidas a las del hueso sin implante, con lo que cabe esperar que mejore el proceso de remodelación ósea", explica José Expósito, doctorando en Tecnologías para la Salud y el Bienestar de la Universidad Politécnica de Valencia.

Aplicaciones

En el caso de utilizar el implante diseñado por el equipo valenciano como un clavo para fracturas, la ventaja característica es que se evita la dificultad de mecanizar en el hueso agujeros para el uso de tornillos transversales de fijación. También mejora la estabilidad de la zona de fractura comprimiendo los diferentes fragmentos entre sí.

Por último, cuando se utiliza en amputaciones de fémur y húmero se puede combinar con un collar percutáneo -también diseñado por los mismos investigadores de Incliva-UV y la UPV-, destinado a mejorar el anclaje de los tejidos adyacentes, lo que favorece la creación de una barrera protectora frente a infecciones.

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