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La sanidad, un sector "conservador" que debe abrir los hospitales a la IA

La redistribución de las consultas o la asignación de plantillas puede ser uno de los usos de esta herramienta

Carlos Jiménez, presidente de honor de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del Colegio y Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid.

06 nov 2023. 14.00H
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La Inteligencia Artificial (IA) cada vez está presente en más ámbitos. En la actualidad la vemos en anuncios, en carteles, e incluso en algunos perfiles de redes sociales. Los hospitales, por supuesto, no se quedan atrás en lo que respecta a esta revolución, y se enfrentan a un futuro marcado por la innovación tecnológica que puede llegar, incluso, a incomodar a una parte del sector que, a pesar de “atesorar el mayor conocimiento y talento de nuestra sociedad, todavía está muy verde en la gestión por procesos”. Esto es lo que opina Carlos Jiménez, presidente de honor de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del Colegio y Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid. 

A la hora de hablar cómo la IA puede influir tanto en el funcionamiento, como en el diseño de un hospital, una de las mayores preocupaciones que surgen, según Jiménez, es la referente a la seguridad y la privacidad de los datos. “Es evidente que para la protección de la gobernanza del dato va a ser esencial garantizar la anonimidad y la seguridad, pero para mí no es el principal obstáculo al que se enfrenta la transformación digital en el entorno sanitario”, explica. En su opinión, “cambiar las formas de desarrollar la asistencia médica va a chocar con grandes colectivos de profesionales que se van a ver obligados a trabajar de forma diferente”, algo que considera “muy complicado”.

“El principal reto para mí no es la seguridad del dato, que es extremadamente relevante y que considero que se está abordando con y con una altísima diligencia por parte de la industria y del sector. El verdadero reto al que nos vamos a enfrentar es cómo incorporamos una transformación radical en la forma en la que hacemos las cosas en un sector tan conservador como es el de la salud”, explica Jiménez. “La revolución digital ha transformado drásticamente el cómo nos relacionamos y cómo interactuamos. Sin embargo, en sanidad cuesta mucho más que cambie esa relación por la inercia que tiene el sistema”, añade.


Incrementar el espacio de los hospitales y su productividad


Otro de los aspectos en los que más presencia tendrá la inteligencia artificial en los entornos hospitalarios tiene que ver con la redistribución de los espacios para optimizar su utilización. “La inteligencia artificial ayudará a distribuir las consultas por patología en función de la carga asistencial y no de asignar espacios a los Servicios, ya que actualmente gestionamos por colectivos, no por procesos”, matiza Jiménez.

“A día de hoy, los espacios en un hospital se conceden habitualmente en base a un jefe de Servicio que presiona para tener más espacio. La IA, simulando al centro, puede plantear todos los cambios posibles para observar de qué manera consigue aumentar la productividad, ayudando a repartir los espacios y también a asignar las plantillas”, detalla.

El papel de la IA en los procesos asistenciales


Incorporar la inteligencia artificial en los servicios asistenciales funcionaria como un servicio de acompañamiento a los facultativos a la hora de priorizar y de ordenar sus funciones, según detalla el experto. A pesar de esto, surgen problemas al no existir un mercado estable en torno a esta herramienta.

“En estos momentos tenemos un desorden con un montón de algoritmos distintos. Algunos duran meses y otros desaparecen porque la empresa que los comercializa cierra. Por esto, en la actualidad, lo que precisan los clínicos es alguien que les ayude a ordenar qué inteligencia artificial debe incorporar a cada una de las etapas de los procesos asistenciales”, aclara Jiménez.

Según narra, lo que se necesita, básicamente, es filtrar y ordenar “aquello que en estos momentos es un poco más caótico y desordenado”. Para ello están surgiendo muchas iniciativas de la mano de ingenieros jóvenes que trabajan desde sus casas, garajes o facultades, como sucedió con grandes empresas como Google o Facebook.

“Es abrumadora la avalancha de soluciones de IA y de algoritmos que están surgiendo en la actualidad. Lo que hace falta es rigor y orden, y ahí la ingeniería sanitaria puede aportar mucho. Hay una alta tendencia a desarrollar algoritmos que en estos momentos divergen de las peticiones de los clínicos en los hospitales”, señala.

Por este motivo, Jiménez no duda a la hora de afirmar que la IA ayudará a transformar radicalmente muchos de los procesos asistenciales. Y en esa transformación, la ingeniería hospitalaria será “la aliada esencial” a la hora de redibujar los procesos y de ordenar “toda esa avalancha de distintas soluciones” para encontrar la que de verdad necesitan los centros.


Introducir la ética de la mano de la IA


Por otra parte, para Jiménez, es importante destacar que todo lo que tenga que ver con procesos en los que se introduzca la inteligencia artificial, debe pasar por un comité ético. “Ya hemos visto el nivel que hay, la IA es una herramienta que puede servir para cosas muy positivas, pero también puede servir para cosas que no lo sean”, recalca.

“Debemos verlo como una capacidad adicional que tenemos como sociedad y con la que antes no contábamos. Aunque es un buen instrumento, debemos regular la IA y gobernarla, no solo desde el punto de vista de la seguridad, sino también desde el uso ético de la misma”, comenta Jiménez.

Al tratarse de un sector en el que la introducción de la IA está evolucionando de una forma muy rápida, lo ideal en este caso sería tener en cuenta esta velocidad de cambio para que la flexibilidad y la adaptabilidad sean los dos factores clave a la hora de regular esta herramienta.

En otros países, como es el caso de Estados Unidos, se ha comenzado a tratar esta tecnología como a dispositivos médicos, aunque este es un camino que no convence a muchos profesionales. Otros, como Reino Unido, tienen profesionales asignados que se dedican a la IA, así como guías específicas para elegir sistemas de este tipo. A estas medidas las acompaña un sistema de formación a los profesionales, por lo que lo vuelve una opción mucho más atractiva a seguir como ejemplo en nuestro país, según los expertos. 
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